Ya desde el 2010 cuando anunciaron su primer concierto estaba a rabiar por ir, sin embargo, recién sacado el carné de conducir y sin nadie interesado en llevarme me fue imposible.
Así pasé los siguientes años, rabiando por poder disfrutar de un concierto del único tributo a Mike Oldfield. De hecho, se me hacía la boca agua viendo los increíbles DVD's que se montaba Ángel de los conciertos y viendo la calidad sonora que repartían en cada evento que sucedía.
Finalmente, tuve el placer de verlos el pasado 2014 en una escapada que hice a Orihuela y que se completó yendo al concierto en Cox, donde me quedé con la boca abierta, y mi novia también, que no tuvo ya más remedio que rendirse a los encantos (musicales) de Mike Oldfield.
Ya estaba decidido, cada concierto que dieran iría, si o si. A finales del año pasado se anunció que darían otro en octubre, pero se retrasó hasta febrero, justo el mismo día en que mi padre cumplía 61 años. Razón de sobra era para llevarle a ver la pasión que me había dejado por un músico de la talla de Mike Oldfield, ya que gracias a él, soy lo que soy hoy día, y gracias a él, conozco lo que es buena música.
Cox pilla a una hora y poco de donde resido, por lo que a las 4 y media salimos tranquílamente por la autovía de Murcia camino de volver a cumplir otro sueño, un sueño que se había acrecentado por el hecho de que Tom Newman en persona estaría allí presente, aunque no pensaba que podría ni acercarme a él.

Al llegar, ya visualicé a una serie de fans Oldfield que nada más bajar me acerqué a saludar y a presentarme. Todos majísimos y muy buena gente, otro motivo por lo que le debemos mucho a Oldfield es sin duda haber creado ésta 'comunidad Oldfield'. Yo iba con ganas de saludar por supuesto a Ana López y a Anselmo, mis compañeros de Tertulias Oldfield. En cuanto vi a Anselmo salí escopetado a darle un buen apretón de manos, y charlar rápidamente antes de entrar a la sala. De pronto, me quedé a cuadros viendo a tan sólo 5 metros de mi a Tom Newman con su ¿esposa? Me costaba imaginar que Tom estaba tan cercano de todos y ya estaba firmando cosas y tomándose fotos con todo el mundo. A mí me dio una vergüenza terrible, y aunque Anselmo me dijo que me acercara, yo no me atreví (aunque llevaba su último disco en el coche para que me lo firmara).
Entramos en la cafetería, donde mi suerte y yo hizo que una camarera me tirara encima una coca cola entera. Justo en el momento en que Tom Newman entraba donde estábamos, y mi novia empezó a decirme que me levantara y le pidiera una foto. Yo no me atrevía, pero era el momento. Se levantó y me enganchó, y entre los dos le explicamos que quería una foto con él. Tom, muy amable, me preguntó si el sitio era el adecuado por la poca luz que había, y que teníamos que poner el flash. Le dí las gracias y le dije que era un honor hablar con él. Y de ahí salí escopetado a una rampa donde se iban a repartir las entradas a los fans Oldfield, gracias a Ángel y lo genial que lo arregló todo para que estuviéramos lo mejor posible.

Una vez dentro, vi a Tom sentado en primera fila, como un niño lanzando un avión de papel que se había hecho con el programa del concierto (después me enteré que de hecho, el papel indicaba la forma de hacer un avión tal cual pasaba en la gira Exposed) y me quedé alucinado una vez más. Allí dentro pude saludar finalmente a Ana, cuando su hijo Alex se acercó a mi, diciéndome que su madre estaba por allí. Fue un verdadero placer poderla saludar en persona. También saludé a Nacho Marín, que fue un verdadero placer, y a Ignacio Prini, que a pesar de las complicaciones allí estaba disfrutando el primero de tan agradable encuentro. También me saludó con una gran sonrisa Jordi Adell que me demostró ser una persona super agradable. Viendo que Tom estaba firmando como loco a varios fans, me acerqué (sin el CD, que se había quedado en el coche) con la entrada del concierto y con mi inglés de Oxford le pedí que me firmara mi entrada.
La magia estaba servida, llegaron las 7 y cuarto, y el grupo estaba ya posicionado delante de los instrumentos para empezar con Ommadawn. La banda lo hizo genial, con un respeto impresionante a la obra original, sin despuntar ni una sola nota, simplemente sublime. Aquello estaba a rabiar de gente aplaudiendo cuando Silverio, anunció la segunda parte de Ommadawn no sin antes presentar a Fernando Mosquera, gaitero que prestó su arte a uno de los momentos más emotivos de la segunda cara de Ommadawn. Aquel momento era muy especial para mí, es sin duda la pieza que más me gusta de toda la discografía de Oldfield, incluido el estridente pase inicial que a veces me resultaba agobiante, pero que ahora lo veía como un momento necesario para completar la segunda cara del disco. Nada más sonar la primera nota, no se por qué, pero mi cuerpo empezó a temblar, me sentía indefenso allí sentado y según iban avanzando a lo largo de toda la obra, empecé a emocionarme sin poder contener las lágrimas, sobretodo cuando Silverio empezó a dar la entrada a la gaita en ese momento antes descrito. Mi padre estaba igual que yo. Mi madre que estaba sentada entre los dos se quedó sorprendida de que los dos lloráramos como niños en ese momento. A mi padre le recordaba unos años de juventud donde no paraba de escuchar esos primeros discos de Oldfield, y a mi me recordaba la de momentos que en el disco original me había hecho llorar. La parte final antes de On Horseback, apenas pude disfrutarla pues estaba sumido en un mar de lágrimas, por la emoción de escuchar semejante obra maestra.

Cuando el grupo terminó de tocar, todo el público en pie, un hombre detrás mía comentó: "mira, se ha emocionado". Nunca me había pasado antes, pero sin duda aquél fue el momento del evento para mí. Más sorprendido me quedé cuando un coro de seis niños/as subieron al escenario a interpretar los coros de On Horseback. Una vez más se notaba el cariño con lo que todos querían que fuera interpretado en el escenario tal obra.
Una vez finalizado, pasamos a un pequeño parón para la segunda parte, donde mi padre estaba ya impresionado y no paraba de comentarme cuando escuchaba Ommadawn en su juventud. Una vez volvieron al escenario, interpretaron de forma muy cuidadosa y dulce el tema 'Argiers' también merecedor de estar igualado en calidad a algunos momentos de Ommadawn. Una vez terminada, una muchacha subió al escenario a interpretar 'I Got Rythm' último tema de Platinum, el cual fue interpretado de forma magistral, y donde de nuevo mi padre se emocionó ya que su álbum favorito es Platinum. Aún así, hubieron momentos en que el sonido no llegaba bien a la zona donde estábamos sentados, y escuchábamos mucho más la voz de la muchacha de la guitarra del tema.
Y para rematar la faena, otro momento muy esperado, Taurus II, otra de mis obras favoritas de Mike. Aquello se venía abajo, la música resonaba en un tono bien distinto de todo lo que habíamos escuchado antes, siendo sin duda (o eso parecía) la pieza más dificil de interpretar de aquel evento. Pero de nuevo, fue interpretada de forma magistral, erizándoseme la piel en el momento dedicado a Dougal Oldfield, al igual que al final mi padre y yo movíamos la cabeza como si estuvieramos en una concierto de rock. Qué calidad. Una vez finalizada, y mi padre gritando "¡se me ha quitado hasta el mareo!" (provocando las risas de las personas sentadas detrás), Silverio dedicó una vez más su agradecimiento a Cayetano Ruiz, la otra gran parte de Fadalack. Empieza a sonar 'Caveman' con un Tom Newman entrando rápidamente al escenario a interpretar a ese 'Caveman', que empezó a moverse por todo el escenario provocando las risas de todo el público que miraba atónito a un hombre de 73 años moviéndose de forma muy jovial por todos sitios, y diciendo en un perfecto español: "tengo hambre... quiero niños!".

Parece que todo acababa, pero lejos de eso, Tom y Silverio se sentaron en el escenario y compartieron una copa, mientras Silverio empezaba a entonar la fase final de The Lake. De nuevo el cuerpo me empezó a temblar y temía de nuevo volver a llorar, pero intenté guardar la compostura, a pesar de que alguna lágrima asomó de nuevo.
El público en pie, Fadalack saludando y saliendo del escenario, y todo el público como loco pidiendo otra y otra. No tuvieron más remedio que volver a salir e interpretar de nuevo la parte final de Ommadawn Parte 1, que disfruté prácticamente sólo, pues mis padres y mi novia salieron al aseo pensando que había terminado el evento.
Y así daba fin un evento que aún llevamos grabados muy dentro cada uno de los afortunados que allí nos reunimos. Éste grupo nos sorprende cada evento con cosas que nos hace emocionarnos a todos los fans que hemos vivido años oyendo ésta música a veces sin poder disfrutarla en directo como dios manda, pero que gracias a Fadalack, éste sueño está ya cumplido.
Yo no digo nada, pero hace ya tiempo que el Auditorio de Cox se le queda pequeño. Silverio comentó que podrían haber vendido unas 500 entradas más. Todo está dicho. Necesitamos que éstos musicazos se embarquen en una gira española y hagan felices a la de millones de fans que cuenta Mike Oldfield en España.
Sólo un apunte final, en los agradecimientos a Silverio se le escapó a alguien muy importante, el cual ha hecho posible todo ésto. A Mike Oldfield. Gracias Mike por crear tan magníficas obras, y gracias a Fadalack por revivirlas y hacernos vibrar más aún con su música. Espero no tener que esperar más de un año al siguiente concierto.