Tras poco más de un mes desde la publicación de la primera
oleada de “remasterizaciones” Virgin volvió a la carga con una nueva tanda de
publicaciones en las que por supuesto, además de continuar con un sonido más
que cuestionable en algunos casos, cometió nuevos y gordísimos fallos. De
hecho, de los cuatro discos que se publicaron aquel 3 de julio de 2000 ninguno
de ellos se libro de esos errores, ya sea en el diseño, en el sonido o incluso
en ambas cosas. Es incomprensible el hecho de que Virgin fuese incapaz de
repasar mínimamente estas publicaciones para, en la medida de lo posible,
eliminar o suavizar los fallos cometidos anteriormente. Pero en fin… vayamos al
lío.
1982, muchas cosas habían sucedido en los dos años
transcurridos entre el anterior disco ‘QE2’ y este nuevo ‘Five Miles Out’.
Oldfield realizó un par de giras, entre las que hubo un concierto especial con
motivo del enlace matrimonial de sempiterno heredero al trono británico Carlos
y Lady Diana, concierto celebrado el 28 de julio de 1981 en el Gildhard Yard y
para el que Oldfield compuso una inédita marcha nupcial. Este hecho tuvo como
consecuencia la inclusión de Oldfield en la prestigiosa guía londinense “Who’s
Who”, que era básicamente un listado de la gente famosa que había (o estaba)
viviendo en Londres. Mike Oldfield, junto con Paul McCartney en esos momentos,
fueron los dos únicos músicos que aparecían en dicha guía, y quizás sea este
(aunque es más que probable que no sea así, pese a ser una gran coincidencia)
el motivo por el cual ambos actuaron en la Ceremonia de Inauguración de los
JJ.OO. de Londres el pasado verano. Realmente tanto Oldfield como el director
de la ceremonia Danny Boyle ya comentaron el motivo real por el cual fue
elegido Oldfield, pero no deja de ser una gran casualidad que estos dos
artistas abrieran y cerraran la ceremonia.
En ese mismo año (1981) Virgin publicó una serie de
recopilatorios “autóctonos” o exclusivos en algunos países del norte de Europa
(en donde Oldfield comenzaba a ganar adeptos de forma vertiginosa, sobre todo
en Alemania) estos recopilatorios tenían un cierto paralelismo entre sí: ‘Episodes’
en Francia, ‘Music Wonderland’ en Alemania y ‘Mike Oldfield’s Wonderful Music’
en Holanda. La veda para este tipo de publicaciones exclusivas se abrió en el
Reino Unido en donde se había publicado un año antes ‘Impressions’, que de esta
serie de recopilatorios “personalizados”, era la joya de la corona puesto que era algo más completo que los que le
siguieron. Incluía ciertas rarezas dignas de mención además de ser el único
recopilatorio doble de todos ellos. ‘Impressions’ incluía además un remix inédito
(que en realidad era una versión en directo remezclada y sin sonido ambiente)
del tema “I Got Rhythm” junto con una versión en directo alternativa de la
primera parte de ‘Tubular Bells’ grabada durante la gira ‘Exposed’ y que hasta
el momento era inédita en Europa (antes había sido publicada en el doble álbum
‘Airborne’, pero sólo para el mercado norteamericano). Además de otras rarezas
de la época tales como “Cuckoo Song”, “Wrekorder Wrondo” o “Pipe Tune”. Este
doble recopilatorio se vendió únicamente por correo mediante la distribuidora
TellyDisc. El resto de las recopilaciones que se publicaron compartían
básicamente los mismos temas, con alguna que otra mínima diferencia. Dos de
esos recopilatorios llegaron a publicarse posteriormente en CD, ‘Episodes’ en
Francia (un CD bastante difícil de encontrar), y “Music Wonderland”, que se
llegó a distribuir por toda Europa en CD a mediados de los 90.
Pero lo importante para el devenir del disco que nos ocupa
ya se había producido. Un poco antes de la publicación de estos recopilatorios,
Oldfield realizó una serie de conciertos por España. Durante el traslado de
Barcelona a San Sebastián, una tormenta de antológicas proporciones casi se
traga la avioneta bimotor en la que iban Oldfield y parte de su equipo. Según
cuenta el propio Oldfield en su autobiografía, la avioneta se tambaleó y agitó
de forma alarmantemente peligrosa en unos minutos que parecieron horas. Una
serie de catastróficas casualidades se fueron sucediendo, ya que a la novata y
virginal experiencia del piloto, se le unió un parte de tiempo erróneo que hizo
que el bimotor en el que viajaba Oldfield y su grupo fuese el único aparato
aéreo que sobrevolaba los Pirineos en esos momentos. Cuando salieron de aquel
infierno y llegaron al aeródromo de Anoeta los trabajadores allí presentes no
daban crédito a lo sucedido, ya que unos pocos días antes una tormenta de
características parecidas se había cobrado la vida de un par de personas.
Realmente fue un milagro al que Oldfield supo sacar partido componiendo un tema
que relataba y nos introducía de manera magistral en aquel suceso. El tema como
no podía ser de otra forma era “Five Miles Out” y fue el eje central del disco.
Por otro lado, el descontento entre Oldfield y Virgin cada
vez era mayor lo que no auguraba nada bueno en el devenir de su historia común.
En 1981 Virgin anunció con cierto bombo la venta de la copia 10 millones de
‘Tubular Bells’ (aunque Virgin no fue del todo legal en estas cuentas ya que al
parecer sumó las copias vendidas del original y de la versión orquestal),
Oldfield entró en cólera al descubrir que los royalties generados con esas
ventas no se acercaban ni de lejos a lo que él había percibido. Demandó a
Virgin y comenzó un tortuoso y difícil camino que duró años en los que
Oldfield, cada vez que podía, le sacaba los colores a su compañía con
incendiarias declaraciones. Tan sólo hay que ver, y es un ejemplo, la
entrevista que Ángel Casas le realizó para el concierto en exclusiva del
programa ‘Musical Express’ de TVE en el que Oldfield dijo lo siguiente: “Virgin
fue la primera compañía que se interesó por mi música. Así que estoy muy
agradecido de que me dieran la oportunidad de tocarla en un estudio de
grabación. Pero ahora cada día estoy menos contento en la forma en que es
tratada la música. No como un arte, sino como algo comercial, que igual venden
cualquier producto, como detergentes, y no les importa realmente. Me siento disgustado,
ya que la música es muy importante y especial”. Y esto es de lo más suave que
he leído o escuchado, en otras entrevistas llegaba a ser mucho más “incisivo”
respecto a sus sentimientos hacia Virgin tratándolos directamente de
sinvergüenzas o mercenarios.
‘Five Miles Out’ en su estructura, representa el positivo
resultado de los “experimentos” realizados con sus anteriores dos discos,
experimentos altamente beneficiosos a tenor del éxito de las siguientes
publicaciones de Oldfield. Esta estructura, que utilizaría en sus discos de los
80 (a excepción lógicamente de la BSO ‘The Killing Fields’ y del disco ‘Earth
Moving’) era básicamente un largo tema instrumental y una serie de temas cortos
(vocales y/o instrumentales). En esta ocasión el tema instrumental principal
sería la continuación del “Taurus 1” de ‘QE2’ en donde Oldfield vuelve a
colaborar con uno de los míticos de su discografía, Paddy Moloney a las gaitas.
Además, en este disco se produce un nuevo reencuentro, Tom Newman vuelve a las
tareas de producción en el tema que da nombre al disco. El disco básicamente
gira en torno a este largo instrumental, ya que muchas de las melodías que se
desarrollarían a lo largo del disco están presentes en “Taurus 2”.
Si en el anterior álbum Oldfield colaboró con un batería del
renombre de Phil Collins en un par de temas, en este nuevo álbum haría algo
parecido. Esta vez el elegido sería el batería de la mítica banda “Asia” y
“Emerson, Lake & Palmer”, Carl Palmer. Aunque esta vez, y a diferencia de
la colaboración con Collins, había una cierta relación de amistad entre
Oldfield y Palmer. Esta amistad se intentó materializar en una álbum conjunto
que ambos planearon grabar codo con codo y que finalmente (quizás debido al
posterior éxito de ‘Crises’) nunca se realizó. Aunque hay constancia de que
llegaron a planteárselo tan seriamente que incluso grabaron una juguetona
maqueta que no hace mucho Carl Palmer publicó en un recopilatorio de 2001
titulado ‘Do Ya Wanna Play, Carl?’, y que a grandes rasgos era una retrospectiva
sobre Palmer en la que se incluyen entre algunos de los temas inéditos esta
maqueta que fue titulada “Ready Mix” y que según el propio Palmer fue grabada
sobre esas fechas.
Además del fantástico “Five Miles Out” que da título al
disco, entre los temas incluidos nos encontramos con otro éxito de enormes
proporciones “Family Man”, tema que fue (y perdón por la expresión) violado sin
compasión alguna por el grupo americano “Hall & Oates” en una versión (y
videoclip) que distan mucho en calidad del tema original. Sin embargo, ésta
versión tuvo mucho más éxito que la original en EE.UU. lo cual es a mi modo de
ver, tanto ilógico, como injusto. Aunque tal vez esta versión dio alas, bien
por casualidad bien por causalidad, para que Oldfield emprendiese su primera
gira mundial. Aquí tenéis el tema en cuestión para vuestro uso y disfrute.
Gozadla… si podéis.
La era digital era inminente, a finales de 1982 empezaron a comercializarse tímidamente los primeros Compact Disc, aunque el primer disco oficialmente publicado por Mike Oldfield en formato digital sería ‘Crises’ al año siguiente. Debido a la gran cantidad de sintetizadores e instrumentos digitales que se usaron para este disco, el sonido no era de por sí malo o sucio, pero sí es cierto que las posibilidades sonoras de la grabación no hacían justicia al resultado final publicado (de hecho es en este disco dónde Oldfield grabó por primera vez con el sintetizador Fairlight, aunque ya en la gira anterior a este disco lo comenzó a usar tímidamente). Con esta reedición Virgin volvió a perder la oportunidad de publicar un disco con un sonido perfecto, o que por lo menos se acercase a esa perfección. Apenas sí hay diferencias entre lo publicado en 1982 y la presunta “remasterización” realizada en el año 2000, lo cual vuelve a ser un engaño hacia los compradores de algo que fue anunciado a bombo y platillo como “mejor” sin serlo. Esperemos que el año que viene Universal nos vuelva a brindar una edición con un sonido perfecto o cuanto menos en las mínimas condiciones de calidad exigibles, como ya ha hecho con la remasterización de ‘QE2’, y que como recordamos del anterior artículo, partiendo de las mismas fuentes sonoras, el resultado fue diametralmente opuesto entre lo publicado en 2000 y en 2012.
Cabe destacar que si en los setenta Oldfield alegraba la
espera entre disco y disco con creativos singles instrumentales, los ochenta no
iban a ser menos, pero con una diferencia, ya que la mayoría de los singles con
este tipo de “rarezas” ahora iban a ser en su mayoría temas vocales. Ese mismo
año (1982) Mike Oldfield publicó un sencillo titulado “Mistake” y cuya autoría
era (o así estaba reflejado en la portada) del “Mike Oldfield Group” siendo
esta la única publicación dentro de la discografía del de Reading de ese
“grupo” como tal. Además este lanzamiento supuso uno de los primeros ítems de
Oldfield publicados en formato picture disc, que no es más que un vinilo (o CD)
con la portada del disco o alguna foto serigrafiada sobre el. Este tipo de
ediciones fueron bastante profusas y populares a finales de los setenta y en
los ochenta. Oldfield publicó una gran cantidad de singles y álbumes completos
en este formato (uno de ellos – y que además fue la primera publicación de
Oldfield en este formato – fue un vinilo con la versión cuadrafónica del
‘Tubular Bells’ realmente bello en 1978). Aunque el principal problema del
picture disc es que la calidad del vinilo empleado para su creación es de menor
calidad, por lo que los compradores de este tipo de productos, más que buscar
una calidad sonora, lo que buscaban era la simple colección de este tipo de
rarezas (algunas de ellas muy bellas y de formas diversas).
La portada del disco (obra del pintor Gerald Coulson)
representa el momento anteriormente descrito de la tormenta que sufrieron
Oldfield y sus acompañantes en los Pirineos. Para que no desentone con las
anteriormente publicadas, esta nueva “revisión” de la portada vuelve a perder
cierta nitidez con respecto a la original. Siempre he pensado que en la edición
en CD de este disco se pasaron de más con la saturación de los amarillos, pero
lo que han hecho para esta reedición ha sido decolorarla en exceso perdiendo en
algunos puntos los trazos de las nubes y demás detalles de la pintura. Eso sí,
las letras del título ganan en nitidez y claridad. En la contraportada interior
hay un dibujo realizado por el propio Oldfield bastante abstracto o daliniano
(por denominarlo de algún modo). La contraportada exterior es de un simple
color marrón (en la versión original era azul cielo). Esta vez el tema fotos es
más que correcto, escaso, pero correcto, o lo que viene siendo lo mismo, han
usado las fotos de la edición original en CD sin más. Ni piedras, ni troncos,
ni nada referente al campo o a la naturaleza, lo que a estas alturas es de
agradecer.
El diseño original en vinilo era un precioso “gatefold” en
cuyo interior estaba reproducida la hoja de trabajo del tema “Taurus 2” junto
con algunas fotos de Oldfield y su banda intercaladas con la letra del tema que
da nombre al disco). No es que fuese completamente necesario incluir dicho
artwork en esta reedición (que a buen seguro tendremos en la reedición de
Universal), pero qué menos que si se reproducen las fotos de la edición en CD
se incluyan las letras de los temas que componen el disco, es lo mínimo. Es
más, si en vez de los textos de Dave Laing hubiesen incluido las letras de las
canciones, más de uno (y de dos) se alegraría (o nos alegraríamos) de este
hecho.
De lo que sí que no se olvidaron los “hacedores” del diseño
de esta revisión fue de incluir una serie de simpáticos y gordísimos fallos. Ya
en el anterior artículo se comentaba la sospecha de que todos los diseños
partían de un único documento y que luego se usaba el profesional y
elaboradísimo método del “copy & paste”. Pues bien, con este diseño
obtenemos una prueba fehaciente de que así es. Si en ‘QE2’ claramente usaron
como plantilla el diseño de ‘Tubular Bells’ (fotos incluidas) dando como error que
en el exterior del CD se indicase como fecha de copyright 1973 en vez de 1980,
en este CD nos encontramos con otro fallo gordo, y por partida doble. Para
empezar en la contraportada podemos leer exactamente los mismos créditos que en
‘QE2’ lo cual denota una dejadez y una falta de profesionalidad aplastante. Y
eso por no hablar de corregir errores que ya había (como por ejemplo lo de
“Teidi” en vez de “Teide”) pero claro, para qué corregir lo equivocado si se
pueden añadir más gazapos.
Esta vez el texto no es tan disperso ni ridículo como en
entregas anteriores, aunque por supuesto contiene una serie de errores y fallos
que no son para nada justificables. Para empezar vuelve a caer en el error de
indicar que algún que otro tema fue un fracaso en Gran Bretaña. Sinceramente,
es la primera vez que veo que en unos textos sobre un disco o un artista en
concreto lo critican de esa manera tan abierta (y con esta ya van dos veces),
de hecho, en los textos Laing dice que la revisión del tema por “Halls &
Oates” tuvo más éxito que el original, flipante. No niego que en el mercado
americano fuese así, pero como ya se ha comentado antes, en este tipo de textos
se suele ensalzar al artista en cuestión maquillando si se puede un poco el
presunto fracaso de la obra (cosa de la que en este caso no pasó). Con cosas
así Laing vuelve a demostrar un desprecio absoluto por la obra de Oldfield más
allá de ‘Incantations’. Respecto al incidente con la tormenta, en estos textos
se da una explicación que sinceramente, para nada tiene que ver con lo que
realmente pasó, ni se de dónde se ha podido sacar semejante versión. Laing
indica que era Oldfield el que pilotaba el avión. Aquí está el texto:
Como indica la pintura de la portada, “Five Miles Out”, el
séptimo álbum de estudio de Mike Oldfield, estuvo principalmente inspirado en
sus experiencias como piloto. Discutiendo el génesis de la música, le dijo a un
entrevistador: “para escribir letras tienes que tener algo sobre lo que
escribir. Bien, en este tiempo tenía algo sobre lo que escribir: mi tema sobre
el aeroplano. Cada vez que yo subo a un avión pequeño algo terrible pasa. Un
motor se detiene, entramos en una tormenta de truenos o de nieve o estamos
rodeados de niebla”.
El incidente real que inspiró la canción principal ocurrió
cuando Mike estaba pilotando una Piper Navaho de dos motores sobre las montañas
del Pirineo español. Las letras retratan gráficamente la ansiedad en las mentes
del grupo para que el avión aterrizara seguramente: “Nuestra esperanza está
contigo / jinete en el azul / la bienvenida está esperando, nosotros estamos
anticipándonos / lo estarás celebrando cuando estés abajo y roto”.
Otra composición de Oldfield, “Orabidoo”, es una canción más
alegre sobre viajar y volar que incluso incluye un mensaje juguetón dirigido a
sus compañeros músicos con las palabras: “no lo hagamos de nuevo eso, no es
gracioso”.
“Orabidoo” es cantada por Mike Oldfield y Maggie Reilly
quien también canta en la canción más conocida del álbum, “Family Man”. La
canción es un retrato desilusionado de las relaciones hombre/mujer a través de
un encuentro entre un cliente potencial y una prostituta que “tenía ojos
seductores / Ella dejó claro que estaba allí por un precio”.
Publicado como single, “Family Man” tuvo poco éxito en Gran
Bretaña en 1982 pero se hizo más popular cuando lo regrabó un año después Daryl
Hall y John Oates. “Five Miles Out” en sí mismo se convirtió en el éxito más
grande de Mike desde años atrás cuando alcanzó el puesto número 7 en las listas
de ventas británicas. Continuó esto formando el “Mike Oldfield Group” para
emprender una gira mundial que duró 105 días. Los siete componentes de la banda
pudieron emular el sonido de estudio de Mike a través del uso de un Fairlight
CMI (Computer Musical Instrument), un innovador sampler digital y sintetizador.
Dave Laing.
Sigo sin entender el uso indiscriminado de frases por parte
de Laing más allá del simple hecho de rellenar por rellenar. Es absurdo esa
manía de meter con calzador frases fuera de contexto y que no aclaran ni
aportan absolutamente nada. Pero este hecho ya llegará al ridículo en los
siguientes “textos explicativos”. Si Laing no está inspirado (o preparado) para
escribir estas reseñas, mejor que no las hubiera hecho. Ya que a partir de aquí
(si no antes), la desidia será absoluta y comenzará a copiar literalmente
párrafos completos del libro del cuádruple recopilatorio ‘Elements’ y a mostrar
un más que preocupante desprecio hacia la obra de Oldfield e incluso hacia el
propio Oldfield a la vez que pasa muy por encima en la descripción de los temas
en sí, dando tan solo pequeñas pinceladas excesivamente generales y sin ningún
interés. En este texto en concreto obvia decir cosas tan importantes como la
autoría conjunta de varios de los temas, aunque leyendo el texto nos damos
cuenta de que apenas sí habla del disco, por lo que el motivo principal de
estos textos se diluye de su presunto objetivo principal ya que ni aclaran ni
aportan datos nuevos, más bien lo contrario, confunden y enturbian. Ese espacio
lo utiliza para diversas fruslerías y para comentar sobre todo el escaso éxito
de alguno de los singles (cosa que repito, para nada es cierta). En definitiva,
un texto insulso, mal redactado y con errores de bulto sangrantes.
Para acabar, como siempre, comentar que la galleta del CD
esta vez es de color marrón con las letras en amarillo claro. En el próximo
artículo hablaremos de un disco que cumple 30 años muy bien llevados y que
constituiría el mayor éxito comercial de Mike Oldfield desde ‘Tubular Bells’.
Aunque para Dave Laing parece que no fue suficiente a tenor de lo que escribió.
Nos vemos el año que viene con ese nuevo artículo. Y como se suele decir por
estas fechas, feliz Navidad, y próspero año 2013, año que de seguro va a estar
plagado de jugosas novedades Óldficas, recopilatorios, reediciones, el ansiado
nuevo disco y esperemos que algún que otro concierto.
¡Caray! Excelente artículo, información y documentación. GRACIAS.
ResponderEliminarPedazo articulo te has marcado, chapò !!
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