Ahora que estamos (teóricamente) a pocos meses de recibir una nueva secuela tubular, me inspira para hablar de éste tema que siempre ha estado en mente y boca de los fans de Oldfield, las secuelas tubulares.
¿Por qué hacer la secuela de un disco? Obviamente y aquí no creo que descubra la penicilina, está claro que el primer motivo es comercial y monetario. Estamos hablando de la obra más lucrativa de la historia de Oldfield, y visto el éxito que cosechó la única forma de intentar extender la formula es copiar el concepto de éste disco y publicarlo de nuevo con un 2 detrás.
Ahora, si es cierto que Oldfield tenía siempre una excusa buena para realizar su secuela tubular, y es que el disco original fue grabado en condiciones no muy acertadas. Ya se sabe que la primera cara del disco se grabó en una semana, tiempo que no le dio a Oldfield ni para afinar la guitarra.
Debido a ello, ya en los 80 vino con la idea de realizar de nuevo el disco pero haciéndolo de forma perfecta, tal y como quiso en su día. De hecho, el primer intento fue en su décimo aniversario, en 1983.
Virgin se frotaba las manos, y viendo como la compañía trataba a Oldfield decidió posponer la idea.
Idea que se acentuó por parte de Virgin a finales de los 80, cuando Oldfield dejó de generar tantos éxitos como antaño. Virgin quiso ponerle Tubular Bells 2 a Amarok, algo que Oldfield se negó rotundamente. A Virgin no le sentó bien, y decidió no promocionar Amarok. Oldfield por entonces tenía decidido hacer una secuela Tubular, pero no sería con Virgin.
En 1991, con el contrato de Virgin finalmente terminado, Oldfield iba ofreciéndose al mejor postor. Su tarjeta de visita era que iba a realizar la primera secuela tubular. Varias discográficas le ofrecieron suculentas sumas para que Oldfield editara ese disco con ellos, hasta la propia Virgin. Pero finalmente los elegidos fueron Warner.
No es ningún secreto el hecho de que Oldfield fue muy avispado con éste movimiento. Ya a finales de los 80, Oldfield era veneno para las listas de éxitos, ni siquiera su apuesta comercial con Earth Moving consiguió situarlo en lo más alto de las listas. Si quería volver estar en lo alto, está claro que tenía que sacar su plato fuerte, y ese era Tubular Bells 2.
La idea de una secuela de un disco instrumental es algo inesperada. Es decir, ¿cómo haces la continuación de un disco? Oldfield lo tuvo claro desde el principio. Su idea de la secuela tubular era coger el esqueleto del disco original y ponerle nueva piel, añadiendo alguna novedad y eso sí una producción y ejecución pulcra y esmerada.
Por ello, Oldfield se tomó parte de 1991 y 1992 puliendo cada detalle de la secuela, de forma que el disco resultante fue una obra redonda con ninguna imperfección a la vista.
Sin duda, tanto Mike Oldfield como Warner obtuvieron lo que buscaban, que era un gran éxito. Tan sólo en España, Tubular Bells 2 se situó 9 semanas en el número 1. Oldfield y sus tubos estaban en boca de todos.
Pero... ya no era lo mismo. Una de las características del disco original era precisamente lo artesanal, lo imperfecto, algo que Tubular Bells 2 no tenía. Los fans pasaron por alto ésta vez el hecho de que reciclara ideas, al fin de cuentas hacía casi 20 años del original, y por aquel entonces era un orgullo ver la campana tubular en una portada de un disco.
Pero claro, una pasa, dos no tanto. Está claro que Oldfield expresó con Tubular Bells 2 su idea de secuela, misma estructura, pero distintas melodías. Pero si en apenas 6 años, sacas deprisa y corriendo otro tubo, y sin la misma estructura que los dos anteriores, pues todo puede fallar.
La historia de Tubular Bells 3 es de sobra conocida. Oldfield volvió a descender su popularidad a raíz de su siguiente disco: The Songs Of Distant Earth, lo que hizo que tuviera que hacer caso de las "exigencias" de su compañía. La primera de ellas fue la idea de hacer un disco celta (estilo musical de moda por entonces) pero con muchos teclados y con un lado comercial, de forma que el disco fuera audible para las grandes masas. Ciertamente el disco vendió mas que su anterior, pero seguía siendo insuficiente.
Tras Voyager de 1996, Oldfield se fue a vivir a Ibiza, y allí empezó a trabajar en un disco ambientado por la música dance y chill out que había conocido allí. Una vez Warner se enteró de ello, y sabiendo que Oldfield había realizado una curiosa versión dance (por puro divertimento) de la melodía tubular, le "aconsejó" que sacara un tercer Tubular Bells.
A Oldfield le pareció buena idea, por lo que simplemente cogió las melodías que ya había trabajado, adaptó un par de referencias tubulares y ale, Tubular Bells 3.
Éste fue mucho menos recibido que los anteriores, en España solo estuvo una semana en el número 1 y en Inglaterra sólo llegó al puesto 4. Tanta campana empezó a cansar al público. Tubular Bells 3 fue el responsable de la típica broma de gente no entendida que dice que Oldfield es solo Tubular Bells. Pero éste Tubular Bells tiene mucho menos que ver con su obra madre.
Entonces...¿qué es una secuela musical? ¿Un disco con la misma estructura pero con nuevas melodías? O ¿un disco con melodías de otra índole pero con un par de referencias al disco original?
Sea como sea, la gallina de los huevos de oro había cesado de producir oro. Cuando en un solo año, se saca The Millennium Bell, sin ninguna referencia Tubular pero con una campana en la portada, la cosa ya olía.
Pero no hay tres sin cuatro. Y en tan solo 4 años, Oldfield decidió que ya era el momento de producir la regrabación de su obra madre que tantos años llevaba pensando. Con 30 años a sus espaldas del disco original, Oldfield regrabó el disco original con la tecnología del 2003, de nuevo haciendo Tubular Bells un disco púlcramente ejecutado y producido. Tubular Bells 2003 pasó sin pena ni gloria por las listas de ventas. Apenas vendió en España, el cual era ya el país que más ventas generaban sus discos, y Oldfield no lo entendía... ¿por qué prefieren el original?
Y de eso han pasado ya 15 años. Y estamos de nuevo a las puertas de un cuarto tubo. Ahora duele menos pensar en otra secuela, teniendo en cuenta que la última se hizo hace ya 20 años, y teniendo en cuenta que Oldfield nos ha regalado un bonito regreso a la música, cualquier cosa ya nos vale, y de hecho ya tenemos hasta curiosidad de cómo será ese cuarto tubo...¿tendrá la estructura del segundo? O quizás, ¿la estructura del tercero? O ¿tendrá una nueva estructura?
¿Vosotros que esperáis de éste cuarto tubo? ¿os molesta el constante recurso de volver a Tubular Bells?