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lunes, 22 de julio de 2013

Las “remasterizaciones” HDCD de Virgin, Crises, por tubak


El título que da nombre al álbum que Mike Oldfield publicó hace ahora exactamente 30 años nos es tristemente familiar en estos tiempos que corren. ‘Crises’ marcó un nuevo hito en la discografía del de Reading, quizás no sean comparables ambos éxitos, pero el caso es que con una diferencia de 10 años entre uno y otro, y con más nexos de unión que con otros discos, ‘Tubular Bells’ y ‘Crises’ suponen los dos mayores logros de Oldfield a lo largo de su carrera musical. Nunca un título ha estado tan alejado del contenido del propio trabajo. ‘Crises’ es una palabra que en ningún caso puede asociarse a este trabajo. Quizás el hecho de llamar al disco de esa manera fuese una manera de dar un toque de atención a su propia compañía discográfica. Quién sabe, puede que sí o puede que no, pero la explicación quizás no sea tan enrevesada...

El tira y afloja monetario explicado en el anterior artículo entre Oldfield y Virgin finalmente fue arreglado fuera de los tribunales con una ligera mejora en el contrato de Oldfield. Éste recibiría un porcentaje más alto de royalties a cambio de prorrogar por tres discos más su contrato, lo que conllevaría a que el binomio Oldfield-Virgin se alargase en el tiempo casi veinte años. Ambas partes quedaron satisfechas y Oldfield comenzó a rebajar paulatinamente sus comentarios negativos hacia Virgin, aun así Oldfield y Branson se distanciaron a partir de este momento bastante, en parte por lo ‘difícil’ de la obtención del acuerdo comercial en el que entre otras, había una cláusula por la que Virgin debía de devolver la comisión de representación de los discos anteriores así como el incremento en los royalties que se ha comentado antes, además de un sustancial anticipo sobre los nuevos discos firmados. Por otro lado el 6 de abril de 1983 marca el comienzo de un nuevo sello musical llamado “Oldfield Music Overseas Limited” este nuevo sello discográfico comenzó su andadura musical con la intención de seguir publicando las obras de Mike Oldfield, aunque finalmente se quedó como una simple productora. La primera publicación de esta discográfica (y la última) fue un disco grabado por su amigo David Bedford en 1977, en el que Oldfield es acreditado como productor e ingeniero, el disco se tituló ‘Star Clusters, Nebulae & Places In Devon; The Song Of The White Horse’. El pistoletazo de salida de este nuevo sello discográfico tuvo lugar en el concierto de presentación de ‘Crises’ en el mítico concierto celebrado en el Wembley Arena de Londres en 1983 tal día como hoy 22 de julio (y que este año finalmente será editado de forma oficial por Universal dentro de la reedición de ‘Crises’ que se publicará a principios de septiembre de 2013).

Otro hecho destacable de ese año 1983 fue el “intento” de contacto por parte de Michael Jackson con Mike Oldfield. Mucho se ha escrito sobre ese ‘affair’ siendo bastante diversas, variopintas y sobre todo estrambóticas las versiones sobre este hecho en concreto. Curiosamente, este episodio ni si quiera lo comenta Mike Oldfield en su autobiografía. Pero eso no quita que no sucediese, porque suceder sucedió, y quizás la versión que más se ajuste a la realidad sea la siguiente:


A principios de 1983, Michael Jackson mientras planeaba la realización del espectacular y multipremiado vídeo de “Thriller” pensó que sería una buena idea contratar a un compositor adicional para que compusiese la música de ambiente y circunstancial para las partes de la trama en las que no sonaba el tema “Thriller”. La cultura americana se nutre básicamente de estereotipos autocreados, por lo que tienden a asimilar y unir ciertos conceptos con una rapidez asombrosa que a veces no es más que eso, un estereotipo que casi siempre es erróneo o no ajustado necesariamente a la realidad, en eso los norteamericanos son unos ‘máquinas’, ninguna otra sociedad del mundo tiene tanta imaginación para unir conceptos de tal manera. Jackson pensó en la película “más terrorífica” que había visto, lógicamente “El Exorcista” (“la película más terrorífica de todos los tiempos”) fue la primera que le vino a la cabeza y unió el concepto “exorcista” junto al de “música terrorífica” y la ecuación dio como resultado “Mike Oldfield”. Es bastante dudoso que Jackson hubiese escuchado algo más que esos pocos segundos de la música de Oldfield en la película para decidirse por él como compositor de su “scary music” así que ni corto ni perezoso consiguió el teléfono de Oldfield y lo llamó, no tenía nada que perder, era el artista más vendedor del momento y una estrella de fama mundial. La llamada fue respondida por una de las personas que estaban al servicio en la casa de Oldfield ya que Oldfield en el estudio, por razones obvias no tenía línea telefónica, tras pasarle el recado a Oldfield, éste con cierto desdén (y seguramente pensando que era una broma) dijo que no se ponía y que colgasen. Nada más sucedió. Un par de años más tarde sí que es cierto que entablaron una breve conversación y Oldfield se disculpó por su forma de actuar en esa llamada al darse cuenta del ‘error’. Se intercambiaron un par de singles (Oldfield le envió los singles “Moonlight Shadow” y “Pictures in the Dark” y Jackson un par de singles del disco ‘Thriller’).


Este breve ‘encuentro’ posterior sucedió ya tras el rotundo éxito de los dos álbumes que durante el verano de 1983 pelearon por los primeros puestos en las listas de ventas de Europa, el álbum que nos ocupa en este artículo ‘Crises’ y ‘Thriller’. Lo que sí que es completamente veraz es que tal fue el impacto de “Moonlight Shadow” (ya que ésta fue en muchos países número uno más tiempo que “Thriller” o incluso hizo que ese tema y disco no fuese lo más vendido en algún que otro país, siempre por detrás de ‘Crises’ o “Moonlight Shadow”), que el propio Michael Jackson llegó a comentar en una entrevista (posterior seguramente a este ‘affair’) que “la única persona que puede poner en peligro mi carrera musical en Europa es Mike Oldfield”. Para cerrar esta anécdota, comentar que quien finalmente realizó la música ‘circunstancial’ que suena durante algunos pasajes del videoclip de “Thriller” fue el afamado compositor Elmer Bernstein, ganador de un Oscar en 1967 y nominado 10 veces, con bandas sonoras tan conocidas como por ejemplo ‘Los Siete Magníficos’, ‘Los Cazafantasmas’, ‘Los Diez Mandamientos’, ‘El Cabo del Miedo’ o ‘Millie’ (por la que ganó el Oscar). Personalmente, (y creo que para casi todos los seguidores del de Reading) habría sido un ‘puntazo’ ver en los créditos del videoclip más famoso de la historia el nombre de Mike Oldfield, pero bueno, como anécdota es de las buenas. Por tanto, es falso que Oldfield colgara el teléfono directamente a Jackson, es falso que Jackson se quedase impresionado por la banda sonora de ‘The Killing Fields’ en primer lugar porque este hecho sucedió en la época de ‘Thriller’ y la película en cuestión ni siquiera estaba en producción, y por supuesto, es rotundamente falso que Oldfield y Jackson planeasen un disco o una colaboración tras esto, ya que ni Jackson conocía a Oldfield más allá de ‘Tubular Bells’ ni Oldfield hubiese accedido seguramente, en parte por lo que se comenta a continuación.

Si hay algo que está bien documentado (al igual que la frase de Jackson de más arriba) es que Oldfield en una entrevista llamó “payasos” a Jackson y Prince, esta es la cita completa: No hay nada más horrible y desagradable que ver lo que hacen gente como Prince o Michael Jackson, para mí sólo son payasos, lo que hacen es ridículo. Antes escuchar música era emocionante, gustaba por sí misma, disfrutábamos quienes la hacíamos y quienes nos escuchaban. ¿Quién puede imaginar a John Lennon comprobando las cifras de ventas? A él sólo le importaba la música”. Bueno, eso fue hace casi 30 años… no sé yo si hoy en día pensará igual respecto a las últimas frases de la cita. Pero en fin… volvamos a ‘Crises’.

La grabación de ‘Crises’ comenzó a mediados de noviembre de 1982 durante los pequeños ‘huecos’ que Oldfield y Simon Phillips iban encontrando al final de la gira mundial de ‘Five Miles Out’. En realidad lo que grabaron durante esos días fueron las ideas que iban surgiendo (una de ellas fue algo que terminó siendo “Shadow On The Wall”) ya que la grabación del disco como tal no comenzaría hasta mediados de diciembre de ese mismo año, una vez finalizada la gira tras el pequeño concierto ‘especial’ que se ofreció en Munich dentro del festival musical “Rock Meets Classics” en el que Oldfield junto con una orquesta al estilo de los Night Of The Proms interpretó dos extractos de ‘Tubular Bells’ (“Sailor’s Hornpipe” incluido) además de una versión de “Fanny Planxty Power” (otra vez junto con su amigo Paddy Moloney y Morris Pert) algo más larga que la que tocó en el concierto especial de “Musical Express” en España. La estructura del disco se asemejaría bastante a la de su antecesor ‘Five Miles Out’. Tras las pruebas con ‘Platinum’ y ‘QE2’ Oldfield había dado en el clavo con ese disco, la estructura de una parte instrumental y otra vocal aderezada con pequeños instrumentales entre medias había tenido buena acogida entre el público por lo que esa sería la estructura que Oldfield pensó realizar en sus futuros álbumes. Pero tras el éxito de “Moonlight Shadow” Virgin presionó a Oldfield para que hiciese más ‘canciones’ y menos ‘instrumentales’, como veremos en los próximos artículos.

‘Crises’ se abría con una larga suite con el mismo título del álbum en la que algunos compases, melodías y estructuras nos llevan a recordar su primer disco, no es de extrañar, ya que el año en que se publicó ‘Crises’ era el año del décimo aniversario de la obra maestra de Oldfield ‘Tubular Bells’, por lo que la excusa para hacer variaciones de la archiconocida melodía introductoria estaba más o menos ‘justificada’ y Oldfield apenas sí tuvo que dar explicaciones de ese ‘autoplagio’. Pero en ese disco esta vez la parte instrumental no iba a nublar a la parte vocal, ya que ‘Crises’ contiene el mayor éxito de Oldfield hasta la fecha (obviando claro está ‘Tubular Bells’). La repercusión en Europa de “Moonlight Shadow” fue tan abrumadora que ni Oldfield ni Branson estaban preparados para tal éxito. En líneas generales, se podría decir que la repercusión mediática de “Moonlight Shadow” fue bastante mayor que la de ‘Tubular Bells’, en parte debido a que “Moolight Shadow” era un tema vocal extremadamente comercial y radiable, cosa que no sucedía con ‘Tubular Bells’ por lo que su impacto fue mayor en un público mucho más general. “Moonlight Shadow” fue radiado y publicitado hasta la saciedad durante ese año, no había radio que no lo pusiese una y otra vez, fue número uno en casi toda Europa, con alguna que otra mínima excepción como por ejemplo el Reino Unido, en la que sólo pudo alcanzar el puesto número cuatro, un puesto tan alto que Oldfield no conseguía desde “Portsmouth”. Quizás lo más destacable de “Moonlight Shadow” es que tanto la melodía, como la letra o la estructura es en cierta forma atemporal y tremendamente comercial, aún hoy en día es un tema recurrente en muchas emisoras radiofónicas, siendo además uno de los temas de casi obligada inclusión en cualquier recopilatorio ‘ochentero’ que se precie.

“Moonlight Shadow” no fue algo que apareciese de la noche a la mañana, la primera y primigenia idea sobre este tema sucedió a principios de 1983 cuando Oldfield tras componer una base musical que ya tenía ciertos rasgos del tema que finalmente sería “Moonlight Shadow” contactó con la conocida cantante ‘punk’ Hazel O’Connor, la cual una vez oída la pista instrumental compuso y cantó una letra sobre dicha base musical. El resultado fue un tema que se tituló “Midnight Passion”. Pero Oldfield no quedó completamente satisfecho con el resultado y abandonó la idea de esa colaboración. Acto seguido y ya decidido a que esa base musical no iba a ser una pieza instrumental si no un tema cantado, pensó en que sería él mismo el que compusiese la letra de la canción tras recordar una película sobre la vida del mago Houdini protagonizada por Toni Curtis y habérsele ocurrido alguna que otra idea al respecto. Y ese es el germen de “Moonlight Shadow”, Mike Oldfield ha negado en posteriores entrevistas que la letra de “Moonlight Shadow” tenga algo que ver con el asesinato de John Lennon, a pesar de que, como el propio Oldfield ha comentado en más de una ocasión, la casualidad hiciese que la noche en la que Lennon fue asesinado en Nueva York Oldfield estuviese a pocas manzanas del edificio Dakota.

Tras el fallido intento de que la vocalista del tema fuese Hazel O’Connor, Oldfield tiró de una cantante de estudio que ya había colaborado con él en sus anteriores dos álbumes y giras, Maggie Reilly (mucha gente tiene la extraña idea de que es su hermana Sally Oldfield la que canta este tema, pero sinceramente, no encuentro una explicación razonable a semejante bulo). Reilly realizó su trabajo no sin cierta dificultad ya que como el propio Oldfield cuenta en su autobiografía: “Trabajé duramente en esa pista durante unos tres meses, intentando que sucediera algo. Estaba estirándome de los pelos pensando ‘¿Qué puedo hacer con este fantástico tema?’ Un día decidí que iba a concertar una cantante para el día siguiente. Maggie Reilly era la novia de un ‘roadie’ teclista de mi banda. Sabía que tenía una buena voz y había hecho algunos coros en algunas de mis giras. Así que pensé ‘Voy a contratarla mañana para una sesión, por lo que es obligatorio que piense en algo para que ella lo cante, de otra manera perderemos el día’. Esa noche me senté con una botella de vino y mi diccionario de rimas y empecé a escribir de forma automática cualquier cosa que pasaba por mi cabeza. Me llevó toda la noche, pero acabé una canción que se convertiría en ‘Moonlight Shadow’. Era una noche de luna, así que la luna hizo su aparición por ahí; entonces me fijé en las sombras que proyectaba la luna, un poco de esto, y un poco de aquello. Por alguna razón siempre me ha gustado esa película de Tony Curtis sobre Houdini, una historia sobre los espíritus, de cómo había intentado contactar con uno de ellos (…) Maggie llegó la tarde siguiente y empezamos. Pero no cantaba de forma natural como yo quería que lo hiciera. Cantaba como una cantante de soul y le gustaba hacerlo gritando ‘moonlight shahdoah’, pero yo lo quería perfectamente claro, muy sobrio, en ese estilo folk puramente inglés. Odiaba a los que cantaban con acento americano, y todavía me pasa (…) Estuvimos un buen rato tratando de conseguir el sonido. Tuvimos que probar cada palabra casi sílaba a sílaba. Haríamos  ‘Moon, moon, moon’ por lo menos diez veces, y luego ‘Sha, sha, sha’ hasta que lo conseguí, para seguir con ‘Dow, dow, dow’ y tener ya ‘Moonlight Shadow’. Lo toqué una y otra vez, cantando ella cada fragmento  hasta que cogió la idea. Entonces lo cantó todo de una tirada. Hubo montones de tomas después de aquella; por aquel entonces no podías cortar y pegar cosas como ahora, todo tenía que hacerse a mano, así que  nos costó unas cuantas horas. Al final Maggie estaba cantando tan  silenciosamente que estaba casi susurrando, muy cerca del micrófono. Era como tener a alguien susurrándote al oído, contándote un secreto.” Todo lo que pasó después es historia.

“Moonlight Shadow”, es uno de los singles más vendidos de Oldfield (si no el que más) y curiosamente contenía un tema como cara B que recientemente Oldfield ha vetado en la reedición de ‘Crises’ para pena de sus seguidores. “Rite Of Man” es una juguetona canción cantada por el propio Oldfield y con un aura parecida a temas tan divertidos y técnicamente impecables como “Froggy Went A-Courting” o “Don Alfonso”, temas por cierto también vetados por Oldfield para sus respectivas reediciones (como ya se comentó en anteriores artículos). Pero lógicamente ‘Crises’ no era solamente “Moonlight Shadow”.

 

El segundo single de “Crises” fue “Shadow On The Wall” cantado ‘rudamente’ por Roger Champan vocalista de la banda de rock progresivo ‘Family’ (curiosamente Oldfield en la época de Kevin Ayers, realizó una audición como bajista para el grupo ‘Family’ y ahí fue donde conoció a Chapman). El tema en cuestión reflejaba la difícil situación política y social que estaba pasando Polonia en esos momentos. Tanto “Moonlight Shadow” como “Shadow On The Wall” fueron los primeros temas (a excepción de “Don Alfonso”) que tuvieron versiones ‘extendidas’, una táctica comercial usada por las discográficas para vender más singles (de este modo podían vender singles no solo de 7 pulgadas, sino también de 12, por lo que el beneficio se podía duplicar) esta técnica de marketing tuvo mucha difusión en los años ochenta y principios de los noventa. El disco estaba completado con un par de temas cuyas letras estaban escritas al alimón entre Oldfield y Maggie Reilly (Foreign Affair) y Oldfield y Jon Anderson, cantante del grupo ‘Yes’ (In High Places), además de una breve pieza instrumental llamada “Taurus 3” que con aires flamencos despedía la trilogía iniciada en ‘QE2’. Curiosamente sólo el single de “Moonlight Shadow” tuvo su respectiva edición en ‘Picture Disc’, y digo curiosamente, porque del anterior álbum de Oldfield ‘Five Miles Out’ todos los singles publicados tuvieron su respectivo ‘Picture Disc’. Este, junto con el ‘Picture Disc’ troquelado de “Shine” fueron los últimos singles de Oldfield editados por Virgin en este formato.




Por tanto no estamos ante un disco menor o de escasa relevancia (a pesar durar poco más de 37 minutos y de ser el disco de menor duración de su discografía después de ‘Ommadawn’ que apenas sí dura 36 minutos), estamos hablando de un disco que incluye dos colaboraciones de unos tremendos y afamados vocalistas (Roger Chapman y Jon Anderson), de unos músicos de primer nivel (Simon Phillips, Pierre Moerlen y Ant) y de un par de singles que vendieron lo suyo (“Moonlight Shadow” y “Shadow On The Wall”). Además ‘Crises’ supuso el estreno en la discografía de Oldfield en ese nuevo formato digital que comenzaba a hacerse un gran hueco en las estanterías de los melómanos (a pesar de su altísimo coste inicial), estamos hablando del ‘Compact Disc’. ‘Crises’ supone el primer lanzamiento simultaneo de una obra de Oldfield en los tres formatos existentes por esas fechas LP (vinilo), MC (musicassette) y CD (compact disc). A los pocos meses se reeditó ‘Five Miles Out’ y, como no, ‘Tubular Bells’. Posteriormente a lo largo de los siguientes dos años toda la discografía de Oldfield fue apareciendo en formato digital ‘a cuentagotas’ con algunas variaciones tanto sonoras como de diseño (algunas más significativas que otras, pero eso ya se ha comentado anteriormente).

La “remasterización” del primer disco de Oldfield publicado en CD debería de ser algo de “coser y cantar” como vulgarmente se dice. Pero estamos hablando de Virgin… Siendo este el primer disco de Oldfield que se publicó simultáneamente en todos los formatos de la época, el sonido ya de por sí no era malo, por tanto tan sólo se tendrían que apreciar mejoras (si se les puede llamar así). Lo que nos encontramos es alguna que otra subida de volumen de algunas partes y una mayor definición y volumen en el “taconeo” de “Taurus 3” donde tanto guitarras como percusiones suenan claramente (quizás siendo este el único tema en la que se puede apreciar una ligera diferencia sonora, en cuanto a claridad) algo que también se puede apreciar ligeramente en “Shadow On The Wall”. Pero, también hay algo bastante raro y que es digno de comentar, al final del tema “In High Places” en su último segundo comienza a sonar muy bajito lo que parece el comienzo de “Foreign Affair” luego se para y comienza el tema… que yo sepa esto no pasa en la versión original, por tanto estamos ante un nuevo error de edición (y van…). Obvio decir además que el ruido de fondo en algunas partes sigue sin depurarse. Pese a todo esto, esta presunta “remasterización” suena mejor que otras.

Pasemos ahora al diseño y presentación del álbum. Si en el anterior disco el formato “sonoro” había funcionado a las mil maravillas y se había “copiado” para este nuevo disco, ¿porqué no hacer lo mismo con la cubierta del álbum? Si la portada original de ‘Five Miles Out’ fue un encargo de Oldfield al pintor Gerald Coulson, la portada original de ‘Crises’ también fue un encargo directo de Oldfield a otro pintor, concretamente a Terry Ilott. Ilott y Oldfield se conocieron por casualidad unos cuantos años atrás (en 1978) en Gloucestershire, durante un viaje que emprendieron Ilott y su mujer a esa ciudad para mostrar una serie de pinturas al escultor Lynd Chadwick. Chadwick una vez hizo las presentaciones, mostró algunos de los cuadros que Ilott pretendía venderle y Oldfield finalmente compró dos de ellos. Las pinturas que compró Oldfield eran originalmente para una edición ilustrada de la novela de ciencia-ficción de J. G. Ballard “El Mundo Sumergido”. De las dos ilustraciones que Oldfield compró, una se titulaba “Sea of Crises” (Mare Crisium en latín), que es el nombre que recibe una extensa zona de la Luna, el Mar de la Crisis y que es esa gran mancha cuasi redonda que se puede apreciar a simple vista en el centro de la Luna. Como ya se ha comentado al principio, el título del álbum para nada se corresponde con su contenido, ni con la vida privada de Oldfield ya que esta aún tardaría un par de años en dar un giro inesperado, por tanto ¿porqué llamarlo así? Quizás al saber cómo se llama el cuadro que inspiró la portada hayamos obtenido la respuesta al enigma, ¿cómo llamar a un álbum cuya portada es una versión de un cuadro que se llama “Sea of Crises”? Pues ‘Crises’. A veces la explicación más simple es la más lógica.

Según el propio Ilott, la idea original que Oldfield tenía en la cabeza era que en la portada apareciesen una serie de personas entre ellas el propio Oldfield y su madre (finalmente Oldfield usó una foto de su madre para el single “Crime Of Passion”) y objetos varios (como por ejemplo un coche Mercedes). Por suerte Ilott logró persuadir a Mike Oldfield de ‘sobrecargar’ tanto la portada y finalmente tan solo aparece una única y misteriosa silueta. Ilott es además el autor de las portadas de los dos singles de ‘Crises’ “Moonlight Shadow” (que no es más que una simple ampliación de la esquina inferior derecha de la portada original), y de “Shadow On The Wal”, una portada que intenta (y consigue) reflejar la sensación de agobio que la letra de este tema nos cuenta. Como curiosidad, el día que fueron presentados, ni Ilott ni su mujer sabían quién era Mike Oldfield y mucho menos a qué se dedicaba, una vez que lo supieron compraron algunos de sus discos y unas semanas después de su presentación, Oldfield los invitó a su casa para una fiesta a la que también estaba invitado Steve Winwood y pudieron disfrutar de una pequeña “sesión privada”.


La edición original del álbum presentaba unos tonos verdosos muy conseguidos y equilibrados, para la “remasterización” de Virgin la portada adquiere una claridad que hace que el tono verdoso sea menos agradable a la vista (al menos a mi así me lo parece). Las letras del título fueron ligeramente empequeñecidas, no así las del nombre del artista, quizás porque si las hacen más pequeñas ni se podrían leer). Curiosamente hay una pequeña diferencia con respecto a la portada original, y es que en la original apenas sí se ve algo más de suelo justo debajo del pequeño muro que hay en la parte inferior de la ilustración. Mientras que en la nueva versión “remasterizada” se puede apreciar algo más de ese suelo. Respecto a la definición, lo único que se puede decir es que es absolutamente desastrosa. Las líneas quedan completamente emborronadas sin definición alguna y borrosas a más no poder, de hecho sólo hay un objeto al que han intentado dar una cierta definición sin obtener un resultado cuanto menos aceptable. Si observamos detenidamente la Luna de la portada (que es ligeramente más grande que en la portada original en CD), podremos apreciar un ‘escalonado’ que en absoluto aparecía en la portada original (este ‘escalonado’ es extremadamente apreciable en la parte inferior izquierda de la Luna, y digo ‘escalonado’ para que suene mucho más suave que decir directamente que los bordes están pixelados, lo cual en un diseño profesional, es algo inimaginable e imperdonable). Para la contraportada interior del CD en vez de dejar los créditos y los nombres de los temas, los ‘magníficos’ diseñadores gráficos encargados de “lavar la cara” de las portadas en estas reediciones optaron directamente por dar un brochazo verde sin más dejando una contraportada absolutamente sosa. Es más, en la contraportada original del vinilo, justo a la misma altura en la que estaba la Luna había una brillante estrella que la sustituía, un detalle que seguramente obviaron ya que si bien en la contraportada del vinilo se aprecia perfectamente la estrella en el centro de la imagen al tener un área mucho más grande, en la contraportada del CD la estrella quedaba ocultada entre las letras de los instrumentos que suenan en el tema “In High Places” (si tenéis un CD original de ‘Crises’ podréis ver “la estrella escondida”. Al menos nos queda el consuelo de que “mantuviesen” la frase “The watcher and the tower Waiting hour by hour”, aunque eso sí, con la tipografía que se usó en toda esta serie de “remasterizaciones”. Al ser la primera obra de Oldfield publicada en CD, los diseñadores gráficos de Virgin se esmeraron un poquito más de lo normal y en vez de “darnos” una contraportada en la que sobre un simple fondo de color se listan los temas del disco nos ofrecen una pequeña variación de este “formato”, el fondo monocolor por supuesto sigue estando, pero a éste le añadieron el detalle de una Luna de grandes proporciones además del logotipo de la “Oldfield Music” (que obvia decirse que es una campana tubular). En esta nueva edición, y a pesar de que la contraportada original era ya sosa de por sí, los maquetadotes dan un nuevo giro de tuerca y la consiguen hacer aún más sosa si cabe. Eliminan cualquier rastro de logotipos y disminuyen considerablemente el tamaño de la Luna, el listado de los temas también es sustituido por una nueva tipografía (la usual en estas reediciones), pero se olvidaron de algo… porque lo “gordo”, la cagada “gorda” de esta edición (además de la sonora que hemos visto antes) se produce en esta contraportada exterior del CD.


Cuando alguien se interesa en comprar la reedición de un disco, los motivos suelen ser varios, pero casi siempre se suelen condesar en tres. La primera razón por la que comprar un disco que ya tenemos es la de buscar una calidad sonora superior a la originalmente escuchada, vamos, lo que se suele llamar una remasterización como Dios manda, cosa que salvo con ‘Tubular Bells’ (y ni siquiera eso, porque parte de una remasterización anterior) no ocurre en estos dieciséis discos. La segunda razón por la que comprar una reedición de algo que ya tenemos es porque como suele pasar en la mayoría de este tipo de publicaciones (véanse por ejemplo las de Mercury/Universal), ciertos errores tipográficos son subsanados, otros son mejorados y además se suelen añadir gran cantidad de notas y curiosidades (obviamente, entenderéis, si habéis leído los anteriores artículos que he escrito, que sobre este segundo punto no haga ahora mismo una valoración acerca de estas reediciones, ya que eso supondría un artículo con una extensión cercana a la de un libro de Ken Follett). Y la tercera es la “añadidura” de pequeñas golosinas en forma de tema extras (o ‘bonus tracks’), cosa que tampoco pasa en esta serie de presuntas “remasterizaciones”. Una vez dicho esto, veamos detenidamente el tercer punto, ya que si en ninguno de los discos publicados por Virgin en 2000 habían temas extras (a pesar de que el señor Dave Laing nos dijese lo contrario en ‘Incantations’ en donde en un alarde de valentía tuvo las narices de decir que “Guilty” estaba incluido en dicho disco) lo que nunca esperaríamos es que encima nos quitasen temas. Si nos fijamos en el listado de temas en la parte trasera del CD nos encontramos con la desagradable sorpresa de no encontrar por ningún lado el tema “Foreign Affair”. Cierto es que de los temas de ‘Crises’ es el más flojito, pero llegar a quitarlo así sin más…

Este error (un error tan grave que alguien debería de haber sido directamente apartado de las labores de diseño) es algo absolutamente imperdonable en una edición de uno de los discos más vendidos de Mike Oldfield y cuyo precio de venta al publico era de 15 € (lo cual visto la calidad de estas reediciones me parece algo que roza el timo más absoluto). Si bien en ‘Platinum’ cambiaron en ediciones posteriores lo de “PLATIMUM” por “PLATINUM” (que también es de traca), se “olvidaron” o directamente ni se molestaron en cambiar el título “Sally” por “Into Wonderland”, por tanto y visto el ‘desdén’ y poca profesionalidad de las personas involucradas en estas reediciones, aquí tampoco se corrigió nunca este inmenso y vergonzoso “gazapo”. Como curiosidad decir que si bien no se arregló lo del tema “perdido” en Estados Unidos sí que hubo un ligero retoque en la portada de ‘Crises’ que publicó Caroline Records ya que se “españolizó” un poco el nombre y el “CRISES” fue sustituido por “CRISIS”, que digo yo, con lo poco que les costó cambiar el título del disco ¿no podrían haber añadido ya de paso el tema que faltaba por listar? Otro fallo que no se muy bien entender el porqué, es el referente al nombre de Maggie Reilly, si en ‘QE2’ la nombraban como “Maggie Riley”, en ‘Five Miles Out’ subsanaron el error y la nombraron correctamente, pero en ‘Crises’ vuelven a equivocarse con el apellido y en vez de “Reilly” ponen “Reily” (cosa curiosa esta ya que en algunas reediciones de Mercury/Universal también cometen errores parecidos con el nombre de esta cantante). Respecto a las fotos, usaron sin más las fotos que ya se incluían en la edición original en CD, esta vez nada de fotos de cielos, césped o piedras, parece como si ya nos hubiésemos librado de este tipo de fotos… pero por desgracia no será así y en próximas reediciones volveremos a ver a la “madre naturaleza” (o ‘pacha mama’) en todo su esplendor.


Y dicho todo esto (que no es poco) pasemos a los siempre graciosos y altamente gratificantes “textos aclaratorios” del inefable Dave Laing. En esta nueva entrega, nuestro querido amigo nos vuelve a deleitar con párrafos que destilan ignorancia por todos sus poros, amen de obviedades y datos de sobra conocidos por todos (simplemente hay que leerse los créditos del disco). Reto a quien sea capaz de decirme tras leer este texto una explicación razonable del porqué de la inclusión de los extractos de las canciones incluidas en dicho “texto”. En el texto que viene a continuación, este señor no dice absolutamente nada, y mira que es difícil (leeros el texto un par de veces y veréis como realmente no dice NADA), simplemente se limita a coger uno por uno los temas del disco y escribir quien los canta (cosa que un par de hojas después podemos leer en los créditos del disco sin demasiado esfuerzo). Para un dato que da, nos dice la burrada de lo de John Lennon (cosa que también dijo en los textos del cuádruple recopilatorio “Elements”, textos que si nos leemos detenidamente tras leer estos otros textos, podremos diferenciar claramente qué partes escribió Richard Newman, las más sensatas seguramente, y cuales a tenor de todas las idioteces que nos está regalando en estas ediciones “remasterizadas” el polifacético Dave Laing). Lo del tema de John Lennon es algo que el propio Oldfield ha negado y ‘requetenegado’ en todas y cada una de las entrevistas que he leído en las que se le ha mentado “Moonlight Shadow”. A pesar de todo esto, Dave en este “texto” nos defrauda en una cosa; si alguien podía convencernos de que “Moonlight Shadow” la cantaba la hermana de Mike Oldfield era ÉL y solo ÉL… para una vez que lo tenía a huevo, va y se le escapa la oportunidad de dejarnos a todos con el “culo torcío” a lo grande, en fin, aquí está la joya literaria:


“Crisis, crisis, no puedes escapar”: El título del tema del álbum de Mike Oldfield titulado ‘Crises’ publicado en el año 1983 fija un tono de tensión y presentimiento. “Hay una brecha en la seguridad / una perturbación en la tranquilidad”, canta Mike. Crises ocupó toda la primera cara del LP original. La segunda cara empezaba con la canción más conocida del álbum, “Moonlight Shadow”. Cantada en el puro estilo soprano de Maggie Reilly, “Moonlight Shadow” ha sido descrita por los críticos como una canción que contenía “una referencia delgadamente enmascarada del asesinato de John Lennon”.

Mientras Maggie Reilly era ahora del grupo de colaboradores musicales establecido por Mike, ‘Crises’ introducía a dos cantantes muy conocidos como vocalistas invitados. Jon Anderson, el cantante principal del grupo de rock progresivo Yes, y que junto a Mike compuso y cantó “In High Places”, mientras, “Shadow On The Wall” ofrece los tonos inequívocos de Roger Chapman, anterior vocalista de Family. “Shadow On The Wall” es un tema con riffs basados en la música rock cantado en el mejor estilo de gruñidos de Chapman con la guitarra de Oldfield al frente. Chapman canta “trátame como un delincuente / simplemente como una sombra en la pared / trátame como si yo fuera maligno”.

El sombrío humor se rompe con “Taurus 3”, la tercera de una serie de piezas nombradas con el signo zodiacal de Mike Oldfield. Ésta es una pieza instrumental que nos muestra el virtuoso estilo flamenco que tiene Mike tocando la guitarra acompañado sólo por Simon Phillips en los tambores y las percusiones. Phillips fue otra adición al conjunto de músicos de Mike Oldfield y él coprodujo ’Crises’ con Mike.

“Moonlight Shadow” se publicó como single coincidiendo con el lanzamiento de ‘Crises’ y ambos single y álbum entraron en el Top Ten británico. El éxito de “Moonlight Shadow” le causó a Mike Oldfield “romper su compromiso” (hecho algunos años antes) de que él nunca aparecería en el programa de televisión de la BBC “Top Of The Pops”.

‘Crises’ fue el primer álbum de Mike Oldfield que se publicó simultáneamente en LP, Cassette y CD.

Dave Laing.


Bien, una vez pasado el trago, de haber tenido que leer las obviedades de Laing, comentar que esta edición a diferencia de la del ‘Orchestral Tubular Bells’ no reproduce un texto que iba incluido en el libreto original del CD, para quitaros el anterior “mal trago”, os pongo el texto original que se podía leer en la edición en CD de ‘Crises’ publicado en 1983, un texto que sí merece la pena leer:


MIKE OLDFIELD – DIEZ AÑOS DESPUÉS

Mike Oldfield tenía justo 17 años cuando escribió la música para un álbum en el que también realizó todo el trabajo instrumental. El disco se llamó ‘Tubular Bells’, y vendió más de cinco millones de copias, un millón y medio de ellas sólo en Gran Bretaña.

Eso fue hace diez años. Actualmente, publica éste su octavo álbum de estudio, ahora en forma de CD, y se prepara para escribir una banda sonora, Oldfield a los 29 años ha perdurado como uno de los más inquietamente creativos y respetados músicos.

¿Quién habría pensado que la tranquila personalidad de Oldfield adoptase y abrazase el Heavy Metal? Ya que este es uno de los sonidos de su sorprendente nuevo álbum, llamado CRISES.

"Me ha gustado siempre lo que la gente llama ahora Heavy Metal", dice Mike Oldfield. "Nosotros antes lo llamábamos simplemente Rock. Para mí, es simplemente una música muy excitante y realmente disfruto tocándola".

Y este nuevo álbum (ofreciendo a poderosos cantantes invitados como Roger Chapman, Jon Anderson y Maggie Reilly) salta para abrir los ojos debido a sus diferentes estilos.

Diez años creando música espectacular no ha embotado la ambición o el buen sentido de humor de Mike Oldfield. Tras ‘Tubular Bells’, vino ‘Hergest Ridge’, ‘Ommadawn’, el álbum doble ‘Incantations’, ‘Platinum’, ‘QE2’ y ‘Five Miles Out’ (pero Mike es bastante realista para saber que ‘Tubular Bells’ es el título por el cual él es más famoso). Por tanto, su nuevo álbum CRISES comienza con un reprise del tema de ‘Tubular Bells’. "Estoy muy orgulloso de él como pieza musical y siempre lo estaré", dice. "Recientemente, he hablado con varios productores como Martin Rushent, Trevor Horn y Tony Mansfield para conocerlos mejor, y era una sorpresa y un placer para mí cuando ellos me decían que ‘Tubular Bells’ era un disco influyente para ellos. Trevor Horn me dijo que a menudo ponía ‘Incantations’ en su coche cuando se dirigía a trabajar. Es bueno sentir que el disco es un impacto para los músicos y productores contemporáneos". ‘Tubular Bells’ que cruzó todas las barreras musicales para apelar a un publico joven y adulto por igual, todavía hoy en día vende internacionalmente entre 50.000 y 100.000 copias cada año.

Para su nuevo álbum, Mike Oldfield ha necesitado la ayuda en la producción de Simon Phillips, el genial percusionista que actúa con Mike como coproductor "y él está muy bien en ambos papeles", dice Oldfield.

Todas las canciones son Oldfield. "Un lado es muy comercial, lleno de singles, mientras que el otro es más el material que yo quiero hacer para satisfacción personal", dice Mike. "Es la manera de mantener a todos felices".

Tres temas se unen para llamar la atención son "Moonlight Shadow", cantada por Maggie Reilly, "In High Places" con Jon Anderson y "Shadow On The Wall", inspirada en el estado de las personas de Polonia y cantada con la gran pasión de Roger Chapman.

Contrariamente a la impresión del título de su nuevo álbum, Oldfield no se siente en absoluto en ninguna crisis. "Estoy contento (más que nunca), de hecho", dice el hombre que vive en una casa que tiene su propio estudio de grabación en Buckinghamshire. Mike y su señora manejan todos sus asuntos comerciales. "¡Diez años en el negocio de música me han educado bien!. Yo pensaba que la música era muy preciosa. Ahora me inclino a pensar más que es algo que puedes o no puedes hacer. Yo era arrogante y presumido. Ahora no... apenas sigo mi trabajo...".

Mayo 1983.


Una vez leído este otro texto, las comparaciones son absurdas, si yo fuese Dave Laing me iría a vivir a Marte. No hace falta ‘embutir’ trozos de canciones sin fuste alguno para hacer un texto medianamente decente, entendible, ameno y sobretodo que te informe, a no ser que no tengas ni puta idea y te paguen por palabras, entonces sí. Y me parece que con textos como el que tuvo la poca vergüenza de vendernos en ‘Crises’ queda más que demostrado que o le pagan por palabras, o le mola reírse del personal hablando de unos discos de los que va dejando cada vez más claro que o no le gustan o directamente no los ha oído.

Para acabar, comentar que la galleta del CD esta vez fue de un pasteloso color verde. Una vez dicho todo esto, espero como “agua de mayo” la llegada de septiembre, que nos traerá una edición REMASTERIZADA (esta vez sí que el adjetivo hará honor al contenido) de ‘Crises’ en varias versiones, una de las cuales quita el hipo, con 3 CD’s, 2 DVD’s y un libro de tapa dura de 32 páginas que esta vez contendrá textos aclarativos, interesantes y agradables de leer… o eso espero. Nos vemos el mes que viene con la siguiente de estas joyas “remasterizadas”, ‘Discovery’, otra “imprescindible” edición que Virgin nos “regaló” hace ya 13 años…


sábado, 22 de junio de 2013

Five Miles Out y Crises para septiembre?


Parece que en ésta ocasión, las remasterizaciones de Five Miles Out y Crises se harán esperar un poco más de lo normal, imaginamos, debido a que Oldfield se ha tomado con más calma las remezclas 5.1 debido a su trabajo en el nuevo disco y el documental de Tubular Bells que rodó hace un mes.

El caso es que por fin aparece algún dato de éstas remasterizaciones, gracias a la página de Amazon.co.uk, donde aparecen ya listados un Five Miles Out en versión deluxe (dos CD's y un DVD):

http://www.amazon.co.uk/Five-Miles-Out/dp/B00DGO8CMK/ref=sr_1_3?s=music&ie=UTF8&qid=1371891067&sr=1-3&keywords=five+miles+out

Y un Crises, en versión box, con 5 CD's (¿?):

http://www.amazon.co.uk/Crises/dp/B00DGO8CN4/ref=sr_1_3?s=music&ie=UTF8&qid=1371890725&sr=1-3&keywords=crises

Evidentemente, éstos datos habría que tomárselos muy a la ligera, pues aún pueden estar sujetos a cambios, ya que aún queda algo más de dos meses para ver la luz (en el caso de que se confirme la fecha de salida para el 2 de septiembre). Pero sin duda, sorprende lo del box con 5 CD's de Crises, Five Miles Out también tendrá su versión box? O sólo Crises al llevar Moonlight Shadow? Estamos atentos a más datos

miércoles, 27 de marzo de 2013

Nuevo mensaje de Oldfield, trabajando en el nuevo 5.1 de Crises


Oldfield nos ha escrito en Facebook:

Hi Everyone,

Here is a screenshot of my studio Mac with "Crises" long instrumental all labelled and ready to mix.
I have started putting some automation down and it's so great to work in 5.1 as there is so much more room for all the sounds in that lovely big space. I was working on Moonlight Shadow 5.1 last night and that's easy to mix and everything is sounding amazing. The folks at the archiving company are having a bit of trouble finding the old masters of Taurus 3 and Foreign Affair but they have 2 mysterious big reels of Ampex tape in the oven so hopefully those tracks will be found.
Shadow on the Wall will be the long version.
Will keep you up to date and all the best. 
Love Mike


Nos hace saber que está trabajando en el largo instrumental Crises para la remasterización del mismo, éste año. Comenta también haber terminado el 5.1 de Moonlight Shadow. Y al parecer están teniendo problemas para encontrar los masters de Taurus 3 y Foreign Affair, pero han encontrado dos misteriosas cintas con algunas cosillas y no saben si ahí encontrarán éstas pistas.

Al parecer el 5.1 de Shadow On The Wall será la versión larga.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Las “remasterizaciones” HDCD de Virgin, Five Miles Out, por tubak


Tras poco más de un mes desde la publicación de la primera oleada de “remasterizaciones” Virgin volvió a la carga con una nueva tanda de publicaciones en las que por supuesto, además de continuar con un sonido más que cuestionable en algunos casos, cometió nuevos y gordísimos fallos. De hecho, de los cuatro discos que se publicaron aquel 3 de julio de 2000 ninguno de ellos se libro de esos errores, ya sea en el diseño, en el sonido o incluso en ambas cosas. Es incomprensible el hecho de que Virgin fuese incapaz de repasar mínimamente estas publicaciones para, en la medida de lo posible, eliminar o suavizar los fallos cometidos anteriormente. Pero en fin… vayamos al lío.

1982, muchas cosas habían sucedido en los dos años transcurridos entre el anterior disco ‘QE2’ y este nuevo ‘Five Miles Out’. Oldfield realizó un par de giras, entre las que hubo un concierto especial con motivo del enlace matrimonial de sempiterno heredero al trono británico Carlos y Lady Diana, concierto celebrado el 28 de julio de 1981 en el Gildhard Yard y para el que Oldfield compuso una inédita marcha nupcial. Este hecho tuvo como consecuencia la inclusión de Oldfield en la prestigiosa guía londinense “Who’s Who”, que era básicamente un listado de la gente famosa que había (o estaba) viviendo en Londres. Mike Oldfield, junto con Paul McCartney en esos momentos, fueron los dos únicos músicos que aparecían en dicha guía, y quizás sea este (aunque es más que probable que no sea así, pese a ser una gran coincidencia) el motivo por el cual ambos actuaron en la Ceremonia de Inauguración de los JJ.OO. de Londres el pasado verano. Realmente tanto Oldfield como el director de la ceremonia Danny Boyle ya comentaron el motivo real por el cual fue elegido Oldfield, pero no deja de ser una gran casualidad que estos dos artistas abrieran y cerraran la ceremonia.

En ese mismo año (1981) Virgin publicó una serie de recopilatorios “autóctonos” o exclusivos en algunos países del norte de Europa (en donde Oldfield comenzaba a ganar adeptos de forma vertiginosa, sobre todo en Alemania) estos recopilatorios tenían un cierto paralelismo entre sí: ‘Episodes’ en Francia, ‘Music Wonderland’ en Alemania y ‘Mike Oldfield’s Wonderful Music’ en Holanda. La veda para este tipo de publicaciones exclusivas se abrió en el Reino Unido en donde se había publicado un año antes ‘Impressions’, que de esta serie de recopilatorios “personalizados”, era la joya de la corona puesto  que era algo más completo que los que le siguieron. Incluía ciertas rarezas dignas de mención además de ser el único recopilatorio doble de todos ellos. ‘Impressions’ incluía además un remix inédito (que en realidad era una versión en directo remezclada y sin sonido ambiente) del tema “I Got Rhythm” junto con una versión en directo alternativa de la primera parte de ‘Tubular Bells’ grabada durante la gira ‘Exposed’ y que hasta el momento era inédita en Europa (antes había sido publicada en el doble álbum ‘Airborne’, pero sólo para el mercado norteamericano). Además de otras rarezas de la época tales como “Cuckoo Song”, “Wrekorder Wrondo” o “Pipe Tune”. Este doble recopilatorio se vendió únicamente por correo mediante la distribuidora TellyDisc. El resto de las recopilaciones que se publicaron compartían básicamente los mismos temas, con alguna que otra mínima diferencia. Dos de esos recopilatorios llegaron a publicarse posteriormente en CD, ‘Episodes’ en Francia (un CD bastante difícil de encontrar), y “Music Wonderland”, que se llegó a distribuir por toda Europa en CD a mediados de los 90.


Pero lo importante para el devenir del disco que nos ocupa ya se había producido. Un poco antes de la publicación de estos recopilatorios, Oldfield realizó una serie de conciertos por España. Durante el traslado de Barcelona a San Sebastián, una tormenta de antológicas proporciones casi se traga la avioneta bimotor en la que iban Oldfield y parte de su equipo. Según cuenta el propio Oldfield en su autobiografía, la avioneta se tambaleó y agitó de forma alarmantemente peligrosa en unos minutos que parecieron horas. Una serie de catastróficas casualidades se fueron sucediendo, ya que a la novata y virginal experiencia del piloto, se le unió un parte de tiempo erróneo que hizo que el bimotor en el que viajaba Oldfield y su grupo fuese el único aparato aéreo que sobrevolaba los Pirineos en esos momentos. Cuando salieron de aquel infierno y llegaron al aeródromo de Anoeta los trabajadores allí presentes no daban crédito a lo sucedido, ya que unos pocos días antes una tormenta de características parecidas se había cobrado la vida de un par de personas. Realmente fue un milagro al que Oldfield supo sacar partido componiendo un tema que relataba y nos introducía de manera magistral en aquel suceso. El tema como no podía ser de otra forma era “Five Miles Out” y fue el eje central del disco.

Por otro lado, el descontento entre Oldfield y Virgin cada vez era mayor lo que no auguraba nada bueno en el devenir de su historia común. En 1981 Virgin anunció con cierto bombo la venta de la copia 10 millones de ‘Tubular Bells’ (aunque Virgin no fue del todo legal en estas cuentas ya que al parecer sumó las copias vendidas del original y de la versión orquestal), Oldfield entró en cólera al descubrir que los royalties generados con esas ventas no se acercaban ni de lejos a lo que él había percibido. Demandó a Virgin y comenzó un tortuoso y difícil camino que duró años en los que Oldfield, cada vez que podía, le sacaba los colores a su compañía con incendiarias declaraciones. Tan sólo hay que ver, y es un ejemplo, la entrevista que Ángel Casas le realizó para el concierto en exclusiva del programa ‘Musical Express’ de TVE en el que Oldfield dijo lo siguiente: “Virgin fue la primera compañía que se interesó por mi música. Así que estoy muy agradecido de que me dieran la oportunidad de tocarla en un estudio de grabación. Pero ahora cada día estoy menos contento en la forma en que es tratada la música. No como un arte, sino como algo comercial, que igual venden cualquier producto, como detergentes, y no les importa realmente. Me siento disgustado, ya que la música es muy importante y especial”. Y esto es de lo más suave que he leído o escuchado, en otras entrevistas llegaba a ser mucho más “incisivo” respecto a sus sentimientos hacia Virgin tratándolos directamente de sinvergüenzas o mercenarios.

‘Five Miles Out’ en su estructura, representa el positivo resultado de los “experimentos” realizados con sus anteriores dos discos, experimentos altamente beneficiosos a tenor del éxito de las siguientes publicaciones de Oldfield. Esta estructura, que utilizaría en sus discos de los 80 (a excepción lógicamente de la BSO ‘The Killing Fields’ y del disco ‘Earth Moving’) era básicamente un largo tema instrumental y una serie de temas cortos (vocales y/o instrumentales). En esta ocasión el tema instrumental principal sería la continuación del “Taurus 1” de ‘QE2’ en donde Oldfield vuelve a colaborar con uno de los míticos de su discografía, Paddy Moloney a las gaitas. Además, en este disco se produce un nuevo reencuentro, Tom Newman vuelve a las tareas de producción en el tema que da nombre al disco. El disco básicamente gira en torno a este largo instrumental, ya que muchas de las melodías que se desarrollarían a lo largo del disco están presentes en “Taurus 2”.

Si en el anterior álbum Oldfield colaboró con un batería del renombre de Phil Collins en un par de temas, en este nuevo álbum haría algo parecido. Esta vez el elegido sería el batería de la mítica banda “Asia” y “Emerson, Lake & Palmer”, Carl Palmer. Aunque esta vez, y a diferencia de la colaboración con Collins, había una cierta relación de amistad entre Oldfield y Palmer. Esta amistad se intentó materializar en una álbum conjunto que ambos planearon grabar codo con codo y que finalmente (quizás debido al posterior éxito de ‘Crises’) nunca se realizó. Aunque hay constancia de que llegaron a planteárselo tan seriamente que incluso grabaron una juguetona maqueta que no hace mucho Carl Palmer publicó en un recopilatorio de 2001 titulado ‘Do Ya Wanna Play, Carl?’, y que a grandes rasgos era una retrospectiva sobre Palmer en la que se incluyen entre algunos de los temas inéditos esta maqueta que fue titulada “Ready Mix” y que según el propio Palmer fue grabada sobre esas fechas.

Además del fantástico “Five Miles Out” que da título al disco, entre los temas incluidos nos encontramos con otro éxito de enormes proporciones “Family Man”, tema que fue (y perdón por la expresión) violado sin compasión alguna por el grupo americano “Hall & Oates” en una versión (y videoclip) que distan mucho en calidad del tema original. Sin embargo, ésta versión tuvo mucho más éxito que la original en EE.UU. lo cual es a mi modo de ver, tanto ilógico, como injusto. Aunque tal vez esta versión dio alas, bien por casualidad bien por causalidad, para que Oldfield emprendiese su primera gira mundial. Aquí tenéis el tema en cuestión para vuestro uso y disfrute. Gozadla… si podéis.


La era digital era inminente, a finales de 1982 empezaron a comercializarse tímidamente los primeros Compact Disc, aunque el primer disco oficialmente publicado por Mike Oldfield en formato digital sería ‘Crises’ al año siguiente. Debido a la gran cantidad de sintetizadores e instrumentos digitales que se usaron para este disco, el sonido no era de por sí malo o sucio, pero sí es cierto que las posibilidades sonoras de la grabación no hacían justicia al resultado final publicado (de hecho es en este disco dónde Oldfield grabó por primera vez con el sintetizador Fairlight, aunque ya en la gira anterior a este disco lo comenzó a usar tímidamente). Con esta reedición Virgin volvió a perder la oportunidad de publicar un disco con un sonido perfecto, o que por lo menos se acercase a esa perfección. Apenas sí hay diferencias entre lo publicado en 1982 y la presunta “remasterización” realizada en el año 2000, lo cual vuelve a ser un engaño hacia los compradores de algo que fue anunciado a bombo y platillo como “mejor” sin serlo. Esperemos que el año que viene Universal nos vuelva a brindar una edición con un sonido perfecto o cuanto menos en las mínimas condiciones de calidad exigibles, como ya ha hecho con la remasterización de ‘QE2’, y que como recordamos del anterior artículo, partiendo de las mismas fuentes sonoras, el resultado fue diametralmente opuesto entre lo publicado en 2000 y en 2012.


Cabe destacar que si en los setenta Oldfield alegraba la espera entre disco y disco con creativos singles instrumentales, los ochenta no iban a ser menos, pero con una diferencia, ya que la mayoría de los singles con este tipo de “rarezas” ahora iban a ser en su mayoría temas vocales. Ese mismo año (1982) Mike Oldfield publicó un sencillo titulado “Mistake” y cuya autoría era (o así estaba reflejado en la portada) del “Mike Oldfield Group” siendo esta la única publicación dentro de la discografía del de Reading de ese “grupo” como tal. Además este lanzamiento supuso uno de los primeros ítems de Oldfield publicados en formato picture disc, que no es más que un vinilo (o CD) con la portada del disco o alguna foto serigrafiada sobre el. Este tipo de ediciones fueron bastante profusas y populares a finales de los setenta y en los ochenta. Oldfield publicó una gran cantidad de singles y álbumes completos en este formato (uno de ellos – y que además fue la primera publicación de Oldfield en este formato – fue un vinilo con la versión cuadrafónica del ‘Tubular Bells’ realmente bello en 1978). Aunque el principal problema del picture disc es que la calidad del vinilo empleado para su creación es de menor calidad, por lo que los compradores de este tipo de productos, más que buscar una calidad sonora, lo que buscaban era la simple colección de este tipo de rarezas (algunas de ellas muy bellas y de formas diversas).


La portada del disco (obra del pintor Gerald Coulson) representa el momento anteriormente descrito de la tormenta que sufrieron Oldfield y sus acompañantes en los Pirineos. Para que no desentone con las anteriormente publicadas, esta nueva “revisión” de la portada vuelve a perder cierta nitidez con respecto a la original. Siempre he pensado que en la edición en CD de este disco se pasaron de más con la saturación de los amarillos, pero lo que han hecho para esta reedición ha sido decolorarla en exceso perdiendo en algunos puntos los trazos de las nubes y demás detalles de la pintura. Eso sí, las letras del título ganan en nitidez y claridad. En la contraportada interior hay un dibujo realizado por el propio Oldfield bastante abstracto o daliniano (por denominarlo de algún modo). La contraportada exterior es de un simple color marrón (en la versión original era azul cielo). Esta vez el tema fotos es más que correcto, escaso, pero correcto, o lo que viene siendo lo mismo, han usado las fotos de la edición original en CD sin más. Ni piedras, ni troncos, ni nada referente al campo o a la naturaleza, lo que a estas alturas es de agradecer.

  

El diseño original en vinilo era un precioso “gatefold” en cuyo interior estaba reproducida la hoja de trabajo del tema “Taurus 2” junto con algunas fotos de Oldfield y su banda intercaladas con la letra del tema que da nombre al disco). No es que fuese completamente necesario incluir dicho artwork en esta reedición (que a buen seguro tendremos en la reedición de Universal), pero qué menos que si se reproducen las fotos de la edición en CD se incluyan las letras de los temas que componen el disco, es lo mínimo. Es más, si en vez de los textos de Dave Laing hubiesen incluido las letras de las canciones, más de uno (y de dos) se alegraría (o nos alegraríamos) de este hecho.

  
De lo que sí que no se olvidaron los “hacedores” del diseño de esta revisión fue de incluir una serie de simpáticos y gordísimos fallos. Ya en el anterior artículo se comentaba la sospecha de que todos los diseños partían de un único documento y que luego se usaba el profesional y elaboradísimo método del “copy & paste”. Pues bien, con este diseño obtenemos una prueba fehaciente de que así es. Si en ‘QE2’ claramente usaron como plantilla el diseño de ‘Tubular Bells’ (fotos incluidas) dando como error que en el exterior del CD se indicase como fecha de copyright 1973 en vez de 1980, en este CD nos encontramos con otro fallo gordo, y por partida doble. Para empezar en la contraportada podemos leer exactamente los mismos créditos que en ‘QE2’ lo cual denota una dejadez y una falta de profesionalidad aplastante. Y eso por no hablar de corregir errores que ya había (como por ejemplo lo de “Teidi” en vez de “Teide”) pero claro, para qué corregir lo equivocado si se pueden añadir más gazapos.


  
Esta vez el texto no es tan disperso ni ridículo como en entregas anteriores, aunque por supuesto contiene una serie de errores y fallos que no son para nada justificables. Para empezar vuelve a caer en el error de indicar que algún que otro tema fue un fracaso en Gran Bretaña. Sinceramente, es la primera vez que veo que en unos textos sobre un disco o un artista en concreto lo critican de esa manera tan abierta (y con esta ya van dos veces), de hecho, en los textos Laing dice que la revisión del tema por “Halls & Oates” tuvo más éxito que el original, flipante. No niego que en el mercado americano fuese así, pero como ya se ha comentado antes, en este tipo de textos se suele ensalzar al artista en cuestión maquillando si se puede un poco el presunto fracaso de la obra (cosa de la que en este caso no pasó). Con cosas así Laing vuelve a demostrar un desprecio absoluto por la obra de Oldfield más allá de ‘Incantations’. Respecto al incidente con la tormenta, en estos textos se da una explicación que sinceramente, para nada tiene que ver con lo que realmente pasó, ni se de dónde se ha podido sacar semejante versión. Laing indica que era Oldfield el que pilotaba el avión. Aquí está el texto:
  
Como indica la pintura de la portada, “Five Miles Out”, el séptimo álbum de estudio de Mike Oldfield, estuvo principalmente inspirado en sus experiencias como piloto. Discutiendo el génesis de la música, le dijo a un entrevistador: “para escribir letras tienes que tener algo sobre lo que escribir. Bien, en este tiempo tenía algo sobre lo que escribir: mi tema sobre el aeroplano. Cada vez que yo subo a un avión pequeño algo terrible pasa. Un motor se detiene, entramos en una tormenta de truenos o de nieve o estamos rodeados de niebla”.

El incidente real que inspiró la canción principal ocurrió cuando Mike estaba pilotando una Piper Navaho de dos motores sobre las montañas del Pirineo español. Las letras retratan gráficamente la ansiedad en las mentes del grupo para que el avión aterrizara seguramente: “Nuestra esperanza está contigo / jinete en el azul / la bienvenida está esperando, nosotros estamos anticipándonos / lo estarás celebrando cuando estés abajo y roto”.

Otra composición de Oldfield, “Orabidoo”, es una canción más alegre sobre viajar y volar que incluso incluye un mensaje juguetón dirigido a sus compañeros músicos con las palabras: “no lo hagamos de nuevo eso, no es gracioso”.

“Orabidoo” es cantada por Mike Oldfield y Maggie Reilly quien también canta en la canción más conocida del álbum, “Family Man”. La canción es un retrato desilusionado de las relaciones hombre/mujer a través de un encuentro entre un cliente potencial y una prostituta que “tenía ojos seductores / Ella dejó claro que estaba allí por un precio”.

Publicado como single, “Family Man” tuvo poco éxito en Gran Bretaña en 1982 pero se hizo más popular cuando lo regrabó un año después Daryl Hall y John Oates. “Five Miles Out” en sí mismo se convirtió en el éxito más grande de Mike desde años atrás cuando alcanzó el puesto número 7 en las listas de ventas británicas. Continuó esto formando el “Mike Oldfield Group” para emprender una gira mundial que duró 105 días. Los siete componentes de la banda pudieron emular el sonido de estudio de Mike a través del uso de un Fairlight CMI (Computer Musical Instrument), un innovador sampler digital y sintetizador.

Dave Laing.
  
Sigo sin entender el uso indiscriminado de frases por parte de Laing más allá del simple hecho de rellenar por rellenar. Es absurdo esa manía de meter con calzador frases fuera de contexto y que no aclaran ni aportan absolutamente nada. Pero este hecho ya llegará al ridículo en los siguientes “textos explicativos”. Si Laing no está inspirado (o preparado) para escribir estas reseñas, mejor que no las hubiera hecho. Ya que a partir de aquí (si no antes), la desidia será absoluta y comenzará a copiar literalmente párrafos completos del libro del cuádruple recopilatorio ‘Elements’ y a mostrar un más que preocupante desprecio hacia la obra de Oldfield e incluso hacia el propio Oldfield a la vez que pasa muy por encima en la descripción de los temas en sí, dando tan solo pequeñas pinceladas excesivamente generales y sin ningún interés. En este texto en concreto obvia decir cosas tan importantes como la autoría conjunta de varios de los temas, aunque leyendo el texto nos damos cuenta de que apenas sí habla del disco, por lo que el motivo principal de estos textos se diluye de su presunto objetivo principal ya que ni aclaran ni aportan datos nuevos, más bien lo contrario, confunden y enturbian. Ese espacio lo utiliza para diversas fruslerías y para comentar sobre todo el escaso éxito de alguno de los singles (cosa que repito, para nada es cierta). En definitiva, un texto insulso, mal redactado y con errores de bulto sangrantes.

Para acabar, como siempre, comentar que la galleta del CD esta vez es de color marrón con las letras en amarillo claro. En el próximo artículo hablaremos de un disco que cumple 30 años muy bien llevados y que constituiría el mayor éxito comercial de Mike Oldfield desde ‘Tubular Bells’. Aunque para Dave Laing parece que no fue suficiente a tenor de lo que escribió. Nos vemos el año que viene con ese nuevo artículo. Y como se suele decir por estas fechas, feliz Navidad, y próspero año 2013, año que de seguro va a estar plagado de jugosas novedades Óldficas, recopilatorios, reediciones, el ansiado nuevo disco y esperemos que algún que otro concierto.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Las “remasterizaciones” HDCD de Virgin, QE2, por tubak



 Hoy, 31 de octubre, hace exactamente 32 años que se publicó ‘QE2’, el octavo álbum de estudio (si contamos como tal el ‘Orchestral Tubular Bells’, y parece ser que Virgin a tenor de la numeración de estos discos, sí lo hizo) de Mike Oldfield.

Abordar (y nunca mejor dicho) un disco como ‘QE2’ es una tarea difícil, este álbum ha sido considerado en demasiadas ocasiones como un trabajo “menor” dentro de la discografía del de Reading. Quizás porque es otro disco de transición (al igual que su antecesor ‘Platinum’) y no posee (según algunos) en su conjunto la calidad de este, o quizás porque fue un disco “maltratado” por la compañía discográfica y no obtuvo los réditos esperados. El caso es que ‘QE2’ es un trabajo que dentro de la discografía de Oldfield pasa casi inadvertido para la gran mayoría, sin merecer en absoluto esto.

El motivo por el que Oldfield llamó al disco ‘QE2’ (siglas que se corresponden con el nombre del trasatlántico británico Queen Elisabeth 2) fue debido a que, según el propio Oldfield, en uno de los temas recreó el sonido de una sirena de barco y una cosa condujo a la otra. Su idea inicial era titularlo ‘Titanic’, pero desistió de esa idea al pensar que no sería un buen presagio para el éxito del álbum.


Si con ‘Platinum’ la idea era hacer temas cortos pero con cierta dependencia los unos de los otros, con ‘QE2’ Oldfield mezcla temas cortos con algún que otro tema un poco más largo (aunque no tan largo como para que ocupe una cara entera del vinilo) y completamente independientes entre sí, lo cual marca una nueva ruptura con su forma original de crear música. Al igual que en su anterior trabajo, aquí también delegó labores de producción e instrumentación a otras personas. La tarea de producir este disco recayó en manos de David Hentschel productor y músico que fue sugerido por Simon Draper. Hentschel había producido algún que otro disco de Genesis, y por ese motivo Phil Collins aparece en un par de temas (‘Taurus 1’ y ‘Sheba’), en una colaboración más que aséptica, ya que Oldfield y Collins apenas sí intercambiaron alguna que otra palabra.

Una vez superada la moda cuadrafónica que se había instaurado a mediados de los setenta (y que Oldfield había abandonado en ‘Platinum’), se dedicó todo el esfuerzo creativo a hacer un álbum con una sonoridad más moderna, menos analógica y más digital por así decirlo. Parte de la culpa de esa transición hacia una música un poco más “electrónica” la tiene el uso inédito en su discografía hasta ese momento del Vocoder, un sintetizador de voces que fue ampliamente usado por Kraftwerk en los setenta y por otros músicos electrónicos con gran acierto (como por ejemplo Walter Carlos – ahora Wendy – en la espectacular banda sonora de “La Naranja Mecánica”). Posteriormente, Oldfield añadiría a su lista de instrumentos otro nuevo sintetizador electrónico, que sería pieza clave en sus siguientes trabajos, ya que lo usaría de forma masiva tanto en los nuevos discos como en los conciertos de los 80. Este sintetizador se llamaba Fairlight CMI, y durante este año comenzó a comercializarse de manera global.

Al igual que pasó con su antecesor, en ‘QE2’ Oldfield realiza dos versiones de temas más o menos conocidos de artistas notorios, concretamente de ABBA y The Shadows, “Arrival” y “Wonderful Land” respectivamente. En ambas versiones se tiró la casa por la ventana y se usaron grupos de cuerdas y coros dirigidos por David Bedford. En otros temas se hacían pequeños guiños a autores clásicos como por ejemplo a J. S. Bach (el tema “Conflict” es una recreación algo barroca inspirada en el movimiento “badinerie” de la suite nº2 en Si Menor BWV 1067). Aquí tenéis esa pequeña joya en su estado original: 


Otros temas importantes del disco son “Sheba” un tema con aires celtas y con una letra completamente inventada en la que el Vocoder tiene un peso importante, la suite “Taurus 1” iniciadora de una trilogía que seguiría brillantemente en su siguiente álbum y que finalizaría en “Crises” de forma flamenca y como no, el tema que da título al álbum “QE2”, que en su edición original fue llamado “QE2/QE2 Finale” (o así figura en las galletas de los vinilos). Este disco además incluye el primer tema publicado en un álbum escrito por Oldfield junto con uno de sus colabores si obviamos el “On Horseback” de ‘Ommadawn’ en el que las letras están escritas entre Oldfield y William Murray. “Celt” está escrito al alimón entre Oldfield y el teclista Tim Cross (que además está acreditado como letrista). Dicho esto, la presunta falta de calidad de este disco queda totalmente refutada al oír al menos esos temas que componen más del 80% de la obra. El disco termina con una simple y dulce nana dedicada a su recién nacida hija Molly.

Con ‘QE2’ comenzó la guerra definitiva entre Virgin y Oldfield (si bien ya la cosa olía desde ‘Incantations’, en esta época la tormenta finalmente estalló). Fue entre éste y el siguiente álbum cuando Virgin anunció la venta de la copia 10 millones de ‘Tubular Bells’ (exactamente en el año 1981). Oldfield, que siempre había estado con la mosca detrás de la oreja sobre el reparto de los derechos, con este anuncio hizo cuentas fácilmente y se dio cuenta de que la diferencia entre lo recaudado y lo que tendría que haber cobrado era considerable. Demandó a Virgin. Unos meses antes de todo esto, Virgin, que ya no tenía a Oldfield como el niño de sus ojos, casi lo obligó a que los singles de ‘QE2’ fuesen “Arrival” y “Wonderful Land”, curiosamente los únicos temas no escritos por Oldfield para ese disco. Dulce venganza ésta, que no presagiaba nada bueno, hacia el niño mimado de la compañía que en los últimos tiempos se había “meado fuera del tiesto” (como se dice vulgarmente) dedicándose en las entrevistas que daba a la prensa musical más a criticar a su compañía que a defender su música.

El sonido original del CD no era de los peores editados originalmente en esas primeras ediciones publicadas entre 1983-85 (este disco en concreto fue publicado en CD por primera vez en 1984), debido en gran parte a que nos acercábamos a la era digital y la grabación ya no era tan arcaica y “analógica” como en aquellos primeros discos de los setenta, debido en gran parte a que el uso de sintetizadores estaba más que extendido. Además Oldfield se había rodeado tanto en el anterior disco como en este de un grupo de músicos y productores bastante interesantes y diversos que dejaron cierta huella en su forma de componer y producir de aquí en adelante, esto unido al hecho de que su música experimentó un cierto viraje hacia los sonidos sintetizados gracias en gran medida al Vocoder y posteriormente al Fairlight. El problema, como siempre, viene en esta nueva edición.

A parte de los errores (algunos de ellos graves) en la maquetación de esta edición, el sonido de esta presunta “remasterización” no es bueno, es más, podríamos decir que en comparación con otros discos deja bastante que desear y más oyendo la excelente reedición llevada a cabo este año 2012 por parte de Universal y que en teoría está basada en las mismas cintas que Heyworth usó en el año 2000 para este engendro. No me puedo explicar cómo partiendo de la misma fuente (y que parece ser que no son las cintas maestras, si no una copia de ellas ya que las originales se han perdido; sí, es algo incomprensible) los productos finales tanto de Virgin como de Universal sean tan diametralmente opuestos. La nueva edición publicada por Universal tiene una sonoridad y una calidad difícilmente igualable por esta edición (y perdón por la expresión) de mierda.

Pero los errores no iban a quedar aquí, ya que como siempre, el diseño y maquetación de esta serie de ediciones iba a ser cuanto menos “peculiar”. Y eso que es difícil destrozar una portada tan sencilla como la de este disco, simple a más no poder, pues aún así, Virgin se luce y nos vuelve a brindar una portada borrosa (y eso que son 3 simples líneas de colores) hecho que podemos apreciar observando la nula nitidez en el título del disco. La portada original en vinilo tenía una pequeña obertura troquelada cerca de la esquina inferior derecha (a modo de oquedad para el ancla). Un detalle que hacía que esta portada tan simple y básica tuviese un cierto encanto. No había necesidad de que troquelasen la portada para esta nueva edición (cosa que curiosamente sí se hizo en la versión japonesa en miniLP de esta misma edición, aunque eso es otra liga), pero qué menos que escribir las letras con cierta nitidez y no como si fuese un mal escaneo y hacer un pequeño guiño a ese detalle como ha hecho Universal este año.


El diseño original en vinilo de la contraportada no era tampoco para echar cohetes, pero era algo más colorido que la versión original para CD en la que sobre un triste y simple fondo rojo se listan los nombres de los temas (como ya pasase en todas las reediciones en CD hasta ‘Crises’, que fue la primera publicación real en formato digital, en las que el fondo era uniformemente de un solo color – con la excepción de ‘Incantations’ –). Para esta nueva edición, se ha recuperado algo de ese diseño original de la contraportada, pero sin pasarse mucho. Originalmente además, se publicó para el mercado alemán una edición con portada y contraportada diferente que contenía un diseño mucho más vistoso y colorido, que nada tenía que ver con la edición “mundial” del disco.


El tema fotos, como siempre, es cosa aparte, si ya en ‘Platinum’ la cosa era ridícula, en este disco roza lo sonrojante. De primeras, nos encontramos con una portada “deconstruida” algo que no tiene ni pies ni cabeza, a no ser que sea para rellenar un hueco que era fácilmente rellenable bien con fotos de la gira de ‘QE2’, bien con fotos promocionales (que las hay, como por ejemplo la de más arriba o la que se ve en la contraportada del vinilo de la edición germana), bien con la portada alternativa alemana (por poner un ejemplo). Pero lo mejor es la segunda foto ya que ¿para qué buscar fotos nuevas si podemos reciclar fotos ya publicadas en estas mismas ediciones? Nos encontramos con la misma foto que se usó en el diseño de ‘Tubular Bells’ sembrándonos la duda de si esa foto corresponde a la época de ‘Tubular Bells’ o a esta de ‘QE2’, aunque en realidad ni una cosa ni la otra, ya que esta foto está tomada durante la grabación en 1969 del disco ‘Children Of The Sun’ del grupo folk que formó Mike con su hermana Sally llamado “The Sallyangie”.


Otro error de bulto en esta edición es que, aunque en los créditos interiores estén correctamente indicados los datos de copyright, en los exteriores parece ser que una mala jugada de ese estilo de maquetación tan profesional llamado “copy & paste” hizo que se pudiese leer en la contraportada exterior del CD que ‘QE2’ fue publicado en 1973, y vista la foto interior incluida y los datos de nulo conocimiento de la obra aportados por el inefable Dave Laing quizás nos puedan llevar a pensar que en Virgin creen que este disco es coetáneo de aquel. Y sinceramente, a estas alturas de la película, y visto lo visto, ya me creo todo. Aunque lo más lógico sea pensar que a la hora de maquetar, todos los discos parten del mismo “diseño” o del diseño del disco anterior (cosa muy profesional ésta). En este caso ‘QE2’ comparte tanto la foto interior (colocada en el mismo sitio), como el copyright exterior de 1973 con ‘Tubular Bells’, por lo que sería lógico pensar que se uso el diseño de ‘Tubular Bells’ para confeccionar el de ‘QE2’ y por error se dejó el copyright (ojo, que no sería la única vez que pase algo así).

Además, si en las anteriores ediciones el nombre del colaborador Pierre Moerlen estaba mal escrito (Moerlin en vez de Moerlen) cosa que para ser honestos no es totalmente imputable a la maquetación de esta serie de ediciones, en esta ocasión la persona perjudicada es Maggie Reilly, que en esta edición (al igual que ocurrirá en otras posteriores, y en la original de 1984) es nombrada como “Maggie Riley” y como no, para qué cambiarlo o arreglarlo, demasiado trabajo.

(Para ver el detalle, pulsar en la imagen)

Y hablando del amigo Laing, esta vez logra superarse. Si el texto de ‘Platinum’ era de vergüenza ajena, este no se le queda lejos. Laing vuelve a demostrar que ni le interesa el disco, ni lo ha escuchado, dedica casi todo el texto a dar rodeos hablando de los colaboradores y las versiones incluidas sin prestar la más mínima atención a los aspectos sonoros del disco o su calidad musical. No dice absolutamente NADA del disco en cuestión que tenga un mínimo de interés. Es más creo que ni se ha leído el listado de temas y su orden (cosa importante para unos textos presuntamente “aclaratorios”), frases como “El disco, y la pieza instrumental que ocupa la primera cara del LP, fue titulada “Queen Elisabeth II” después de que éste lujoso trasatlántico surcara el océano.”, lo demuestra. A poco que hubiese mirado el listado se habría dado cuenta no solo de que “QE2” no abre el disco, si no que es que ni siquiera ocupa TODA la primera cara del disco, pero ni ese ni “Taurus 1”, que es el tema que realmente abre el álbum. He aquí el texto completo para vuestro uso y disfrute:

Mike Oldfield publicó su sexto álbum, “QE2”, en 1980. Éste siguió los pasos de su predecesor “Platinum” que combinaba un largo tema instrumental con una serie de canciones, algunas compuestas por el mismo Mike y otras originalmente grabadas por “ABBA” y “The Shadows”.

El disco, y la pieza instrumental que ocupa la primera cara del LP, fue titulada “Queen Elisabeth II” después de que éste lujoso trasatlántico surcara el océano. En éste y otros temas, Mike Oldfield toca 26 instrumentos diferentes. Esta colección une a los instrumentos folk como por ejemplo los aborígenes y las gaitas de Northumbrian con los últimos Vocoders electrónicos y los sintetizadores. Entre los otros músicos que tocaron junto con Mike están Phil Collins a la batería y la cantante Maggie Reilly.

Maggie podría ser quizás la mejor vocalista conocida que grabó con Mike Oldfield. Ella había sido antes la cantante principal de un grupo escocés llamado “Cado Belle”, una sencilla banda funk que estuvo de moda durante parte de los setenta que incluía el tema “Maggie Bell’s Stone The Crows”. “Cado Belle” realizó un álbum titulado así para Anchor en 1976.

“QE2” fue coproducido por Mike junto con el ingeniero y teclista David Hentschel, cuya carrera musical incluía un período con “Genesis”.

Las canciones compuestas por Mike en “QE2” incluían a “Molly”, inspirada en su pequeña hija. Pero el disco fue noticia por la decisión de Mike de grabar nuevas versiones de los superconocidos éxitos “Arrival” (de “ABBA”) y “Wonderful Land” de “The Shadows”, cuyo guitarrista principal Hank Marvin había inspirado a Mike cuando era un músico muy joven.

Ambos temas se publicaron como singles durante 1980 pero ninguno de ellos fue un éxito.

En contraste, “QE2” vendió 100.000 copias en su primera semana y fue número uno en las listas alemanas en donde Mike ha tenido siempre muchos apasionados seguidores. La posición más alta conseguida en las listas de venta en Inglaterra fue un número 27.

Dave Laing.


A parte de los errores obvios tanto en sintaxis como en la forma de escribir un texto sobre un disco sin hablar de él (cosa que en el fondo tiene su mérito), hay que indicar que la grabación de las versiones de los temas de ABBA y The Shadows corresponden más a una “sugerencia” de Virgin (de ahí que fuesen los temas elegidos como singles) que a una decisión del propio Oldfield. Tampoco dice mucho en su favor que en unos textos en los que usualmente se tiende a aupar en los altares tanto al artista como al disco en cuestión se diga claramente que “no fue un éxito”, y que se dediquen más líneas a los colaboradores que al disco en sí mismo. Todo esto supone un flaco favor hacia la obra, que demuestra el desprecio de este “cronista” por la obra de Oldfield más allá de “Incantations”. Por tanto estamos ante una edición para olvidar, altamente prescindible, y que únicamente sirve para completar tu colección óldfica si eres coleccionista.

La galleta de este disco como no podía ser de otra manera es roja, color predominante en la edición y en las ideas con las que se concibió tan “especial” publicación. En el siguiente artículo analizaremos los frutos de estos dos discos de “transición” que fueron ‘Platinum’ y ‘QE2’ con un resultado más que favorable en cuanto a crítica, aunque como es de esperar la edición “remasterizada” que nos presentó Virgin no colmó las expectativas mínimamente exigidas y que ahonda más si cabe en los fallos ya cometidos y nos presenta otros muchos nuevos.


Con este disco, Virgin cerró la primera tanda de publicaciones de estas “remasterizaciones”, siendo publicados los siguientes cuatro discos tras un pequeño parón el 3 de julio de ese mismo año. No se entiende el motivo real de retrasar la publicación de algo así de cutre y poco elaborado, ya que los siguientes discos no sólo contienen en su mayoría los mismos errores ya explicados, si no que contienen nuevos, peores y más gordos (sí, creerme, los hay más gordos que todo lo anteriormente descrito). A no ser que este parón sea por motivos de derechos, ya que curiosamente, los grupos de discos que Virgin editó casan perfectamente con las licencias discográficas adquiridas por parte de Universal en estos años; la nueva “oleada” de ediciones abarcaría de ‘Five Miles Out’ a ‘The Killing Fields’, produciéndose un nuevo parón hasta el 31 de julio fecha en la que se publicarían el resto de discos de la era Virgin. Parones que, como se ha dicho antes, se corresponden exactamente con los “paquetes” de discos que Universal ha ido adquiriendo y editando actualmente (y que a fecha de hoy, cubren ya desde ‘Tubular Bells’ a ‘The Killing Fields’). Nos vemos…