Secciones

viernes, 5 de septiembre de 2014

El 'Tubular Bells' que disgustó a Oldfield


Corría el año 2007, Oldfield trabajaba en su álbum de música clásica, y en mayo de ese mismo año, al periódico The Mail On Sunday se le ocurrió la idea de regalar con su periódico una copia gratuita del que es sin duda su trabajo más reconocible: Tubular Bells.

Oldfield no fue consultado para tal acción, y enfureció. Llegó a pedir explicaciones al editor del periódico, Peter Wright, a lo que él llegó a comentar que podía legalmente hacerlo sin ningún problema. Lo cierto es que el contrato que Oldfield firmó en 1973 no decía nada al respecto de ésto, por lo tanto estaban en todo su derecho a hacerlo. Y lo cierto es que Oldfield no tendría el derecho total de su obra magna hasta el año 2008.

Al mismo tiempo, Peter llegó a comentar que no sabía por qué se quejaba Oldfield de ello cuando en realidad gracias a ello, el disco había empezado a volver a venderse bastante bien. Oldfield comentó que cuando firmó su contrato con Virgin en 1973 nadie podría imaginar que se regalaría su disco con periódicos. Entendía que se regalara un disco con alguna parte de la obra, pero no todo el disco al completo, gratis.

Ahora, 7 años después de aquello, Oldfield nos pregunta aún por facebook, mediante Caroline que cuantos aún tenemos una copia de ésta edición, ya que aunque intentaron frenar que se siguieran dando, se sabe que al menos 2 millones de copias se llegaron a dar. ¿Comprendéis el comportamiento de Oldfield? ¿Tenéis una copia de ésta edición?

3 comentarios:

  1. Hola, muy buenas. Pues sí, tengo una copia de esta edición, junto a otros interesantísimos discos que The Mail On Sunday tuvo a bien ofrecer junto al periódico, entre ellos recopilatorios con temas exclusivos de muchos artistas. Una iniciativa interesantísima para coleccionistas y amantes de los buenos discos a precios baratos.

    Entiendo el cabreo de Oldfield: Considero que le tendrían que por lo menos haber consultado. Quizás hubiesen llegado a un acuerdo, y en lugar de ofrecer el Tubular completo (algo que los aficionados a su música se saben de cabo a rabo), haber ofrecido algún que otro fragmento del disco junto a caras B de singles o incluso alguna demo. Le pones en portada un cartelito de "Exclusive! Includes never released before tracks!"... y vendes muchos más periódicos, estoy seguro. Pero eso es soñar despierto, la realidad es otra cosa :-)

    Respecto a cómo se concebía la música en 1973... todo ha cambiado de manera radical. Nadie podía prever que en 35 años se llegara a regalar junto a un periódico un disco de 12 x 12 cms con una gran calidad sonora...

    Entiendo a ambas partes, y creo que la maniobra no perjudicaría del todo a Oldfield, si bien no habría estado de más haber consultado a los autores. Que yo recuerde en otros recopilatorios que tengo de periódicos ingleses los de Moby, Peter Gabriel y The Chemical Brothers incluyen temas nuevos que no se consiguen en sus discos de estudio. Y eso es lo que los convierte en recopilatorios interesantes de verdad. Recuerdo también que el de Pet Shop Boys arrasó en ventas.

    ResponderEliminar
  2. Aquí la jugada fue de EMI y no tanto del periódico: era el último año que tenía los derechos de Tubular Bells y sabían que no renovarían contrato, sino que pasaría al catálogo de Universal. De ese modo abortarían cualquier intento de un nuevo lanzamiento de Tubular Bells, a menos que se tratara de una nueva remasterización o la maniobra comercial de turno. De ahí que se sacaran de la manga los "New Mixes" bahameños y el consiguiente cabreo de Oldfield, que sabía que con esa jugada acababan de aniquilar toda reedición inmediata.

    ResponderEliminar
  3. o extraño de esta edición fue, que se entrgó gratuitamente con el sunday mail, en unas series de RESPECT THE VALUE OF MUSIC, y sin embargo, ni oldfield sabía que la habian editado.
    nací el mismo año que tB, en el 73, tengo versiones sin conocimiento de este disco, pero en formato carton, no la tenía ( salvo una japonesa), pues bienvenida.
    Hace 41 años sería impensable que un disco fuera regalado, los vinilos y las cassettes tenian precios altos, y cada vez que me acercaba de pequeño a una tienda de discos, salias sin un duro, pero con la ilusión de tener algo valioso en tus manos. Todo eso ha cambiado en la actualidad, donde la musica ha perdido valor para la gente joven, a costumbrada a conseguir mp3s gratuitos en la red.
    no he conocido, ni conoceré a ese grandioso musico que es mike oldfield, pero no le queda más remedio que asimilar la nueva situación.
    Los musicos no tienen culpa, son las nuevas tecnologias, y los cambios de valores sociales,..
    Victor Ruiz
    Zaragoza - España

    ResponderEliminar