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jueves, 11 de enero de 2018
Secuelas
Ahora que estamos (teóricamente) a pocos meses de recibir una nueva secuela tubular, me inspira para hablar de éste tema que siempre ha estado en mente y boca de los fans de Oldfield, las secuelas tubulares.
¿Por qué hacer la secuela de un disco? Obviamente y aquí no creo que descubra la penicilina, está claro que el primer motivo es comercial y monetario. Estamos hablando de la obra más lucrativa de la historia de Oldfield, y visto el éxito que cosechó la única forma de intentar extender la formula es copiar el concepto de éste disco y publicarlo de nuevo con un 2 detrás.
Ahora, si es cierto que Oldfield tenía siempre una excusa buena para realizar su secuela tubular, y es que el disco original fue grabado en condiciones no muy acertadas. Ya se sabe que la primera cara del disco se grabó en una semana, tiempo que no le dio a Oldfield ni para afinar la guitarra.
Debido a ello, ya en los 80 vino con la idea de realizar de nuevo el disco pero haciéndolo de forma perfecta, tal y como quiso en su día. De hecho, el primer intento fue en su décimo aniversario, en 1983.
Virgin se frotaba las manos, y viendo como la compañía trataba a Oldfield decidió posponer la idea.
Idea que se acentuó por parte de Virgin a finales de los 80, cuando Oldfield dejó de generar tantos éxitos como antaño. Virgin quiso ponerle Tubular Bells 2 a Amarok, algo que Oldfield se negó rotundamente. A Virgin no le sentó bien, y decidió no promocionar Amarok. Oldfield por entonces tenía decidido hacer una secuela Tubular, pero no sería con Virgin.
En 1991, con el contrato de Virgin finalmente terminado, Oldfield iba ofreciéndose al mejor postor. Su tarjeta de visita era que iba a realizar la primera secuela tubular. Varias discográficas le ofrecieron suculentas sumas para que Oldfield editara ese disco con ellos, hasta la propia Virgin. Pero finalmente los elegidos fueron Warner.
No es ningún secreto el hecho de que Oldfield fue muy avispado con éste movimiento. Ya a finales de los 80, Oldfield era veneno para las listas de éxitos, ni siquiera su apuesta comercial con Earth Moving consiguió situarlo en lo más alto de las listas. Si quería volver estar en lo alto, está claro que tenía que sacar su plato fuerte, y ese era Tubular Bells 2.
La idea de una secuela de un disco instrumental es algo inesperada. Es decir, ¿cómo haces la continuación de un disco? Oldfield lo tuvo claro desde el principio. Su idea de la secuela tubular era coger el esqueleto del disco original y ponerle nueva piel, añadiendo alguna novedad y eso sí una producción y ejecución pulcra y esmerada.
Por ello, Oldfield se tomó parte de 1991 y 1992 puliendo cada detalle de la secuela, de forma que el disco resultante fue una obra redonda con ninguna imperfección a la vista.
Sin duda, tanto Mike Oldfield como Warner obtuvieron lo que buscaban, que era un gran éxito. Tan sólo en España, Tubular Bells 2 se situó 9 semanas en el número 1. Oldfield y sus tubos estaban en boca de todos.
Pero... ya no era lo mismo. Una de las características del disco original era precisamente lo artesanal, lo imperfecto, algo que Tubular Bells 2 no tenía. Los fans pasaron por alto ésta vez el hecho de que reciclara ideas, al fin de cuentas hacía casi 20 años del original, y por aquel entonces era un orgullo ver la campana tubular en una portada de un disco.
Pero claro, una pasa, dos no tanto. Está claro que Oldfield expresó con Tubular Bells 2 su idea de secuela, misma estructura, pero distintas melodías. Pero si en apenas 6 años, sacas deprisa y corriendo otro tubo, y sin la misma estructura que los dos anteriores, pues todo puede fallar.
La historia de Tubular Bells 3 es de sobra conocida. Oldfield volvió a descender su popularidad a raíz de su siguiente disco: The Songs Of Distant Earth, lo que hizo que tuviera que hacer caso de las "exigencias" de su compañía. La primera de ellas fue la idea de hacer un disco celta (estilo musical de moda por entonces) pero con muchos teclados y con un lado comercial, de forma que el disco fuera audible para las grandes masas. Ciertamente el disco vendió mas que su anterior, pero seguía siendo insuficiente.
Tras Voyager de 1996, Oldfield se fue a vivir a Ibiza, y allí empezó a trabajar en un disco ambientado por la música dance y chill out que había conocido allí. Una vez Warner se enteró de ello, y sabiendo que Oldfield había realizado una curiosa versión dance (por puro divertimento) de la melodía tubular, le "aconsejó" que sacara un tercer Tubular Bells.
A Oldfield le pareció buena idea, por lo que simplemente cogió las melodías que ya había trabajado, adaptó un par de referencias tubulares y ale, Tubular Bells 3.
Éste fue mucho menos recibido que los anteriores, en España solo estuvo una semana en el número 1 y en Inglaterra sólo llegó al puesto 4. Tanta campana empezó a cansar al público. Tubular Bells 3 fue el responsable de la típica broma de gente no entendida que dice que Oldfield es solo Tubular Bells. Pero éste Tubular Bells tiene mucho menos que ver con su obra madre.
Entonces...¿qué es una secuela musical? ¿Un disco con la misma estructura pero con nuevas melodías? O ¿un disco con melodías de otra índole pero con un par de referencias al disco original?
Sea como sea, la gallina de los huevos de oro había cesado de producir oro. Cuando en un solo año, se saca The Millennium Bell, sin ninguna referencia Tubular pero con una campana en la portada, la cosa ya olía.
Pero no hay tres sin cuatro. Y en tan solo 4 años, Oldfield decidió que ya era el momento de producir la regrabación de su obra madre que tantos años llevaba pensando. Con 30 años a sus espaldas del disco original, Oldfield regrabó el disco original con la tecnología del 2003, de nuevo haciendo Tubular Bells un disco púlcramente ejecutado y producido. Tubular Bells 2003 pasó sin pena ni gloria por las listas de ventas. Apenas vendió en España, el cual era ya el país que más ventas generaban sus discos, y Oldfield no lo entendía... ¿por qué prefieren el original?
Y de eso han pasado ya 15 años. Y estamos de nuevo a las puertas de un cuarto tubo. Ahora duele menos pensar en otra secuela, teniendo en cuenta que la última se hizo hace ya 20 años, y teniendo en cuenta que Oldfield nos ha regalado un bonito regreso a la música, cualquier cosa ya nos vale, y de hecho ya tenemos hasta curiosidad de cómo será ese cuarto tubo...¿tendrá la estructura del segundo? O quizás, ¿la estructura del tercero? O ¿tendrá una nueva estructura?
¿Vosotros que esperáis de éste cuarto tubo? ¿os molesta el constante recurso de volver a Tubular Bells?
Es la misma sensación que tuve con Return to Ommadawn. Todo eso de la idea de secuelas, precuelas y demás suena muy bonito; luego lo difícil es materializarla, darle una "vuelta de tuerca" y si no se rodea de alguien que sepa producirlo correctamente, hay serios peligros de que no salga bien.
ResponderEliminarMe conformo con que siga haciendo música. Ciertamente, la marca tubular está demasiado manida; habrá muchos fans que deseen un nuevo disco y otros que no. Deseo escuchar el trabajo, pero intuyo que las perspectivas probablemente no se van a cumplir.
Tras Rto me encanta la idea de un nuevo tb, creo que se ha reconciliado con su alma de músico en mayúsculas. Pienso que tal vez nos sorprenda con una estructura algo variada, la verdad que puede ser una pedazo de sorpresa. Pero también pienso que se ha desinflado y toque esperar más
ResponderEliminar¿Otra secuela ee Tubular Bells...? Tras el decepcionante TB2 -lo siento pero por mucho que lo intento no puedo con el- y el a ratitos interesante TB3 ahora nos preparamos para el TB4. Honestamente, me da igual como lo titule si es capaz de sorprendernos con otra maravilla como la secuela de "Ommadawn" que todavia tenemos muy fresquita en la memoria. Si "Return to Ommadawn" tiene que marcar para bien de una vez por todas el retorno del maestro a genialidad perdida, bienvenidas sean todas las secuelas que quiera de "Tubular Bells". Solo espero que no vuelva a hacer un remake sin gracia y empalagoso hasta decir basta como era el TB2 u otro TB3 a ratos correctito sin mas pero muy disperso en general. Para mi, el camino a seguir son la segunda y sobre todo la tercera parte del inmortal "Oxigene" de Jean Michel Jarre que nunca fueron remakes del original sino que tomaban este como punto de partida para crear un trabajo nuevo como muy bien hizo el maestro con "Return to Ommadawn" que tan buen recuerdo nos ha dejado a todos.
ResponderEliminarSALUDOS.
¿Camino correcto a seguir como el que ha hecho Jean Michel Jarre?, puffff, ¿Tubular Bells II empalagoso?, mmmmm, ¿Tubular Bells III correctito y a veces disperso?, creo que hemos perdido el buen gusto por la música.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenas a todos. A mí parecer ese cuarto tubo debería ser algo original, distinto, con una intro que recordase al primer tubo pero después con un desarrollo nuevo y nunca escuchado, como hizo Mike con Amarok que por cierto, tiene mucha campana pero no recuerda en nada a las campanas del tubular. Algo así sería un deleite para nuestros oidos
ResponderEliminarDecir que Tubular Bells 2 es una trabajo " empalagoso " y alabar un disco de Jean Michel Jarre ( con todos mis respetos al artista ) en una misma frase......que Dios nos pille confesaos ! ,,, bueno ,,, se ve que el TB2 que yo he escuchado no es el mismo.... y hay versiones distintas circulando por ahi
ResponderEliminarY si saca un buen disco?, y solo pone Mike Oldfield?, y nosotros le llamamos como queramos?.
ResponderEliminarCon todos mis respetos a todas las opiniones escritas en este blog. TB2 me decepcionó mucho cuando lo escuché por primera vez en la presentacion del disco en Edimburgo y por mas que lo escucho me sigo ratificando en mi opinion al igual que con TB3 que creo no debia haberse titulado asi sino de otra manera.
ResponderEliminarLlevo escuchando la musica del maestro desde 1983 y humildemente creo que mi opnion esta bien argumentada. Comprendo perfectamennte a los que pensais lo contrario pero es mi opinion. Y si, los tres "Oxigene" de Jean Michel Jarre son el camino a seguir a la hora de hacer secuelas tal como muy bien demostro el maestro con "Return to Ommadawn" en mi muy humilde opinion.
SALUDOS.
Jean Michel Jarre hizo buenos temas y buenos albums hasta 1993, después ya no hizo nada que esté a la altura de un compositor como Jean Michel Jarre.
ResponderEliminarEl problema viene causado por el abuso de tantos presets, tantos samples, tantos controles via MIDI y falta absoluta de creatividad.
Antiguamente hacían albums muy currados y sin tanta mierda tecnológica que merma las capacidades del artista a niveles bajísimo.
Mike Oldfield, también abusa de éste tipo de tecnología desde mediados de los 90, y eso a causado que sus discos no suenen tan orgánicos y tan artesanales como los de antaño.
Y Jean Michel Jarre con tanto Oxygene y tanta mierda tecnológica ha perdido el norte, ahora es más fácil sincronizar y automatizar un sintetizador con un ordenador y que me haga el 60, 70 u 80% de la producción de un disco sin escurrirme el tarro como antaño.
A mi personalmente no me desagrada la idea de un nuevo TB, y mas teniendo en cuenta ciertas cosas como la primera secuela del original o este ultimo RTO.
ResponderEliminarCiertamente, como a la mayoría de seguidores de Oldfield, me gustaría algo completamente nuevo y revolucionario, como lo fue el propio TB o años después Amarok, pero en mi opinión, salvo Ommadawn y el propio Amarok, pocos trabajos de Oldfield han estado a la altura del TB original, se le han acercado mucho eso si como HR, por lo que no voy a pedir milagros ahora.
Para mi TBII es un gran trabajo, un digno sucesor del original, extraordinariamente producido y con melodías maravillosas que me encanto, a mi y a otros muchos otros que empezaron a conocer a Mike Oldfield precisamente por este disco. Aun recuerdo cuando decir, en épocas anteriores a este disco, que te gustaba la música de Oldfield era que te mirasen como a un bicho raro.
TBIII tiene un gran problema, su titulo y su portada, es algo que siempre he dicho. Si este trabajo se hubiese llamado de otra forma, la música lógicamente no abría mejorado, pero las comparaciones con el TB original no abría sido tan directa y, posiblemente, la critica no habría sido tan feroz. No es un trabajo extraordinario, pero tampoco me parece un mal trabajo, uno mas en la carrera de este genio.
Desde este TBIII no presto demasiada atención a los nombre de los discos, te dan una pista de por donde irán los tiros pero poco mas, y esto me lo confirma su ultimo trabajo, RTO.
RTO es sin duda una gran sorpresa, para mi lo mejor de Mike Oldfield en muchos años, donde recupera parte de esa magia perdida. Esta sin duda entre mis 5 discos preferidos de Oldfield.
Con un regreso como este a sus orígenes, un antecedente como TBII a modo de secuela, la verdad es que la idea de un nuevo TB que se asemeje mas al TB original que a su secuela me agrada mucho. Solo espero eso, que siga la línea emprendida con RTO, que sea un trabajo mas elaborado que este, con una producción mas currada pero, sobre todo, que siga haciendo música.
A estas alturas poco mas se le puede pedir a un genio como Mike Oldfield.