Juan Llompart, nos comparte unas fotillos que echó el mismo en el verano de 1991, y nos cuenta de primera mano su historia con un concierto sorpresa que dio Mike, con algunos colegas en Mallorca. De sobras es conocido que de vez en cuando, a Mike le daba por aparecer en un café y tocar con algunos colegas, lo hizo en Ibiza, y lo hizo en los 70 cuando se escondía de todo el mundo. De hecho, así empezó con 12 años. Sin más, os dejamos con la historia que Juan ha querido compartir con nosotros:
La primera vez que vi a Mike Oldfield fue en 1991 y cuando pasé por delante de él no me di cuenta de quien era.
Esto ocurrió el verano en el que cumplí 18 años. Estaba con unos amigos de acampada en la cala de Deià y nos quedamos sin cerveza. Subimos al pueblo, era de noche y lo único que estaba abierto era el café Sa Fonda. Mientras subiamos la escalera que daba acceso al local escuchamos que alguien estaba tocando la guitarra. Pasamos por delante del guitarrista y nos dirijimos a la barra. Fue entonces cuando reconocí la música que estaba sonando, Taurus 3. Me di la vuelta y ahí estaba el señor Oldfield tocando la guitarra española. ¡Jamás en la vida pensé que me lo encontraría en un bar y menos en Mallorca!
A su lado estaba Kevin Ayers pero en ese momento no tocaba. Apenas pude escucharlo un minuto, terminó la pieza y regreso a la mesa con sus amigos. Cogimos las cervezas y regresamos al campamento base.
Después de aquello acudí en varias ocasiones a Sa Fonda y pude disfrutar de los pequeños conciertos de Mike Oldfield junto a Kevin Ayers en la Serra de Tramuntana.
Os adjunto unas fotos de aquel verano del 91.
Saludos tubulares desde Mallorca.
Juan Llompart
Gracias a Juan, por compartir ésta historia y fotos con nosotros. Un abrazo
Suerte la tuya Juan. Enhorabuena amigo, espero que hayas llorado mas de cuando naciste porque la verdad, yo lo haría.
ResponderEliminarSi me hubiera ocurrido a mi no se si tendria que haber llamado al 112 (del pampurrio que me hubiese dado).Yo he estado dos veces en Deia y no he tenido esa suerte.
ResponderEliminar¿No hará ahora lo mismo por algún chiringuito playero?
ResponderEliminarHola Juan, antes de nada gracias por compartir esas fotos y tu testimonio.
ResponderEliminarEnvidia sana es lo que siento... ¡cómo me gustaría haber podido vivir algo así! y qué lástima que no hubiese en aquel tiempo smartphones para grabar lo que allí se escuchó...
Un saludo!